Leído en Reflexiones, el blog de Francisco Jiménez "Currini".
RECONOCIMIENTO Y DESIGNACIÓN DEL NOMBRE DEL DOCTOR DON JOSÉ MONTERO ASENJO AL CENTRO DE SALUD DE JIMENA DE LA FRONTERA
El pasado día 20 de Marzo de 2014, en El Pleno de la Corporación Municipal de Jimena de la Frontera, a instancias de los familiares, se presenta por el Cronista Oficial D. José Regueira Ramos, la propuesta para que al Centro de salud del pueblo, se le dé el nombre de DON JOSE MONTERO ASENJO .
El Cronista José Regueira detalla en su propuesta que el Doctor D. José Montero, nace en Jimena de la Frontera en el año 1.892 , aquí vivió toda su vida a excepción del periodo de estudios de medicina en Cádiz, de los años que estuvo preso por motivos políticos y cuatro años que ejerció de médico en Los Villares( Jaén), siendo médico de Jimena hasta su fallecimiento en San Roque con su hija María Teresa que lo había acogido dado su precario estado de salud y su ruina económica.
A la vista de la documentación aportada por los familiares (representados por su nieta Victoria Guerrero Montero), a la propuesta del Cronista Oficial, y a las comprobaciones efectuadas por las Comisiones Informativas de fecha 03/01/2014 y 13/03/2014, el Pleno del Ayuntamiento de JIMENA, acuerda por UNANIMIDAD aceptar dar el nombre de D. JOSÉ MONTERO ASENJO AL CENTRO DE SALUD DE JIMENA DE LA FRONTERA y comunicar al SAS el presente acuerdo , así como a sus familiares.
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RESEÑAS BIOGRÁFICAS:
Don José Montero ( como se le conocía en el pueblo) nació en Jimena en 1.892, se crió en el pueblo donde permaneció casi toda su vida a excepción de los años que estuvo en la cárcel y los cuatro años que estuvo de médico como primer destino en Los Villares (Jaén) desde 1917 a 1921.. Falleció en San Roque en casa de su hija María Teresa en el año 1.967.
Siendo yo un niño,( sobre año 1952 en adelante) recuerdo al médico D. José Montero porque era el médico que nos visitaba a todos en casa cuando alguien estaba enfermo.
Vivía enfrente al Pósito (almacén oficial del trigo) y allí en su domicilio particular tenia la consulta de forma que cuando íbamos veíamos a su esposa Doña Magdalena en la habitación contigua.
Fueron muchísimas veces las que recibí asistencia médica de Don José Montero y os cuento pues las recuerdo con muchísimo cariño ya que su comportamiento para los enfermos era de cordialidad, agrado y amabilidad:
Recuerdo…. que estaba yo, con un montón de chiquillos más, detrás de un bautizo por la calle Santa Ana recogiendo las “perras chicas y gordas” que el padrino tiraba a puñados, cuando al agacharme una de las veces, sentí que algo extraño se había metido en uno de mis oídos…… aquello era sin duda un bicho que se había colado en el oído interno y cuando se movía me producía dolor y sensación de morirme…… , lo dejé todo y Salí corriendo a mi casa dando gritos…… por lo que mis padres me llevaron corriendo a la casa de Don José Montero todos asustados por lo que podría sucederme, pero él con su amabilidad y simpatía le dice a mi padre…..---Sebastián el niño seguro que tiene un elefante dentro del oído y mirándome con un aparatito mientras yo gritaba, me echó unas gotitas y aquello automáticamente dejó de moverse y posteriormente lo extrajo, resultando ser un enorme mosquito . Volvimos a casa y yo mas contento que unas pascuas porque me había curado este buen señor.
Otra vez jugando a “ La Carreta” nos montamos encima de Paco Herrera( Tamborines para los amigos) y al moverse caímos todos al suelo y yo tuve la fatalidad de dar con un tremendo golpe en las lozas contra mi occipital y quedé en estado de coma…….. me llevaron corriendo en medio del gentío a casa de Don José Montero que me puso unas inyecciones y les dijo a mis padres que si en 48 horas no respondía habría que trasladarme porque estaba muy grave pero me visitó en casa hasta que por la noche regresé de un viaje mental casi sin retorno…. Pero gracias a él y a sus cuidados estoy aquí contándolo……
Era curioso ver a este buen hombre ya tan mayor con su carterita bajo el brazo subir penosamente todos los días aquellas cuestas ya que Don José Montero padecía de los bronquios por lo que se paraba constantemente y se recostaba sobre las rejas para tomar aire. Nunca perdía su buen humor ni dejó de visitar a pacientes tuviesen dinero o no lo tuviesen para pagarle.
El ser hijo del pueblo y además médico, todo el pueblo le quería y le respetaba por su comportamiento ejemplar.
En mi humilde opinión el darle el nombre al Centro de Salud de Jimena ha sido una acertada decisión de la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento .
Mis felicitaciones a la familia y a don José Regueira por la acertada decisión de presentar la propuesta.
F.Jiménez( Currini)
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