El profesor y escritor José Antonio Hernández Guerrero, el "padre
Hernández" -primer cura de la parroquia de San Pablo de Buceite autor del libro "Retazos"-
pronunciará la Conferencia por la Paz de los XI Talleres por la Paz, el próximo martes 23 de julio, a las 20,30 h. en la Casa de la Cultura Enrique Tierno Galván. -Ver programa completo-.
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Tercera "elemental y sencilla reflexión sobre la Paz"
Aunque es cierto que algunas estructuras políticas, sociales y económicas, generan la desigualdad, la injusticia y, en consecuencia, el malestar, el odio y la violencia, hemos de reconocer que las raíces de estos desequilibrios se hunden hasta los niveles más profundos de nuestras conciencias. Lo digo de otra manera más clara: el mayor enemigo de la paz está alojado dentro de nosotros mismos, son esos sentimientos, son esas pasiones incontroladas como, por ejemplo, la avaricia, la crueldad, el engaño, el orgullo y la prepotencia. 1.- La avaricia: la relación con la naturaleza y con las cosas
La avaricia de los que, de manera incontrolada, ansían poseer y acumular bienes materiales que no son necesarios. La consecuencia es la desigualdad, la riqueza de muy pocos y la pobreza de la mayoría. Los bienes materiales están –deben estar- al servicio de los seres humanos: de todos los seres humanos. Son los medios que necesitamos para vivir, para seguir viviendo, para seguir creciendo y para que cada uno alcance su propia personalidad.
Los sociólogos han descrito los factores que generan esa desigualdad, esa riqueza desproporcionada de unos pocos y esa pobreza lacerante de unos muchos. Se han referido
- al crecimiento de la población en determinados lugares,
- al aumento de ancianos,
- a la falta de preparación adecuada,
- al analfabetismo,
- a la urbanización incontrolada,
- y a los desastres naturales.
Pero la raíz honda está en esa pasión desenfrenada de algunos, de unos pocos, de acumular bienes, dinero y cosas. Es la avaricia la que genera desigualdad y la desigualdad es el origen de otros males como los enfrentamientos, las peleas, las luchas y las guerras.
2.- La crueldad: la relación con las personas
El otro enemigo de la paz es la crueldad de los que son indiferentes e, incluso, de los que disfrutan causando sufrimientos y dolores a otros: son los que muestran una falta de sensibilidad hacia el dolor y el sufrimiento de los demás. Hemos de tener claro que el crecimiento no es verdaderamente humano, si, además del cuerpo y de los conocimientos, no desarrollamos la sensibilidad y la emotividad: el gusto estético y los sentimientos nobles.
En ocasiones ocurre lo contrario: que se alimentan las pasiones, el odio, el rencor, el resentimiento. Y esto ocurre en los ámbitos de la política, de los deportes, de las profesiones e, incluso, de las artes.
3.- El engaño: la relación con el lenguaje
El engaño de los mentirosos profesionales, de los que convierten el lenguaje –que es el instrumento más importante para hacernos crecer como personas y como sociedad- como un arma más peligrosa para destruir al hombre y para romper la sociedad.
4.- El orgullo: la relación con uno mismo
El orgullo de los que se creen y tratan de hacernos creer que ellos son los seres más importantes, los únicos importantes, y que, por lo tanto, los demás son dignos de desprecio, de olvido, de ninguneo y, a veces, de bromas de mal gusto.
5.- La prepotencia: la relación con la sociedad
La prepotencia –el dominio- de los poderosos que actúan convencidos de que son omnipotentes y omniscientes.
Si, por ejemplo, prestamos atención al terreno de la economía, podremos comprobar cómo, a veces, todos estos vicios alcanzan un protagonismo singular. Aquí la lucha se convierte en agresividad, la competencia en competividad, la publicidad en propaganda y la propaganda en mentira.
La economía, para que sea humana, ha de ser ambientalista, humanista y social. Ha de ayudarnos a vivir en armonía con la naturaleza considerada como la madre tierra que nos alimenta y nos sostiene. Los seres humanos somos también parte de la madre tierra, somos seres humanos-sociales-naturales.
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REFLEXIONES ANTERIORES SOBRE LA PAZ
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