Leído en la editorial de Campo de Gibraltar.es. Por su interés reproducimos esta noticia.
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Según los datos presentados ayer por el jefe de Aduanas de La Línea en el seminario organizado por Altadis sobre el tráfico ilícito de tabaco, el 95 por ciento de las incautaciones que se dan en la provincia de Cádiz se producen en esta comarca debido al comercio ilegal de este producto procedente de Gibraltar.
Según Javier Holgado Vilches, en 2009 y 2010 hubo un repunte de la actividad y se espera que a lo largo de este año ese aumento sea todavía mayor, teniendo en cuenta que ya se han triplicado las cifras del año 2012, tanto en intervenciones como en detenciones.Según los datos presentados ayer por el jefe de Aduanas de La Línea en el seminario organizado por Altadis sobre el tráfico ilícito de tabaco, el 95 por ciento de las incautaciones que se dan en la provincia de Cádiz se producen en esta comarca debido al comercio ilegal de este producto procedente de Gibraltar.
Los datos aportados por el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, pusieron de manifiesto un aumento de un treinta por ciento de contrabando de tabaco en el primer trimestre de 2012 con respecto al año anterior, cifras que se espera que vuelvan a crecer.
También tiene razón el subdelegado del Gobierno en que la crisis económica acuciante está detrás de ese aumento incesante del comercio ilícito de tabaco y no hay más que acercarse a la frontera o pasar por la Aduana a media mañana para comprobar que el merodeo habitual que se produce en la zona es fruto del contrabando. También es cierto que existe un efecto llamada entre distintos clanes que tienen como punto céntrico el Campo de Gibraltar que han vuelto a convertir el contrabando en una importante actividad económica en la comarca, no al nivel de los años ochenta, pero sí con un incesante aumento que debe ser contestado por parte de las autoridades locales de una y otra parte de la frontera, además de por las autoridades estatales y la hacienda pública.
El contrabando de tabaco no es que goce de aceptación social como declaró ayer el subdelegado del Gobierno en Cádiz en las citadas jornadas. Lo que ocurre es que, en unos casos, está sirviendo a los clanes organizados para enriquecerse mientras que en otros está siendo la base del sustento de muchas familias en un entorno social muy complejo, donde la falta de alternativas laborales ha dejado a muchas personas en la necesidad de buscar cualquier recurso económico. El problema se agrava con los problemas económicos de la ciudad, que tampoco facilita el impulso y la diversificación de actividades económicas que palíen la obtención del dinero fácil procedente del contrabando.
Esta situación es histórica y siempre ha repuntado en La Línea de la Concepción en momentos de crisis y ha sido motivo de tensiones entre la ciudad y Gibraltar durante el Gobierno de Joe Bossano. Por lo tanto, ya tenemos experiencia. Lo que falta, probablemente, es la búsqueda de las soluciones no solo en el control del contrabando por parte de las autoridades, que es absolutamente necesario, sino también en la creación de un caldo de cultivo económico basado en la cooperación entre ambos lados de la frontera para tratar de construir pilares de desarrollo que no se basen en el dinero fácil, sino en las importantísimas posibilidades que pueden conseguir, de la mano, La Línea y Gibraltar, junto al Campo. Si realmente se explorasen esas opciones y se trabajase profundamente en ellas, es probable que mejorase exponencialmente el desarrollo económico a este lado de la frontera, se beneficiasen ambas partes y el contrabando de tabaco quedase como una actividad económica totalmente residual.
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