La venta ambulante amenaza la campaña de naranjas de los agricultores

Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
La Comunidad de Regantes de Tesorillo pide más control en las carreteras para evitar los robos en las huertas de la comarca
La Comunidad de Regantes de Tesorillo denunció ayer en un comunicado que la venta ambulante y los robos en las huertas de San Pablo de Buceite, San Enrique de Guadiaro, San Martín del Tesorillo y Castellar amenazan la campaña de cítricos actual.
En un comunicado, la asociación indicó que en estos días está previsto que comience la venta de las naranjas del tipo "guachi" y "salustiana", de gran tamaño, calidad y abundante jugo para hacer zumos, después de venderse durante las últimas semanas las variedades de la familia de las mandarinas.

"Desgraciadamente, un número muy amplio de agricultores no cumplen con las normas establecidas. Venden alegremente naranjas a cualquier precio", se quejó el colectivo en un comunicado, en el que también explicó que la venta ambulante supone competencia desleal además de un riesgo, ya que se desconoce su procedencia.
"Surten el propio mercado y tiendas extendidas por las distintas poblaciones del Campo de Gibraltar sin que nadie le pida el más elemental e imprescindible documento justificando de dónde proceden y qué normas fitosanitarias han cumplido", manifestó la unión de regantes del Guadiaro.
Una situación que considera "un desmadre" cuyo control es exclusivamente de las autoridades. Además, se mostraron convencidos de que esta situación de impunidad para los agricultores y vendedores que no cumplen con las normas no ocurre con otras frutas como peras, manzanas, plátanos o melocotones.
El colectivo de regantes de Tesorillo pidió un mayor control en los mercados de algeciras y de La Línea, ya que aseguró que se venden naranjas con barro, sin cortar con alicates y recogidas del suelo.
"Los fruteros que tienen sus tiendas y pagan sus impuestos se ven sorprendidos por aquellos que sueltan bolsas o sacos a un precio que a la postre lo único que consiguen es malbaratar un un producto que cuesta mucho dinero sacarlo adelante y que, como cualquier fruta, debe mantener su prestigio", indicó el colectivo.
Además, alertó de que están proliferando los robos en las huertas en las que crecen los cítricos de San Pablo, San Enrique de Guadiaro, San Martín del Tesorillo y Castellar. "¿Se hacen rigurosos controles en la carretera para que se justifique la procedencia de la mercancía?", se preguntó en el mismo comunicado remitido a este periódico de la comunidad de regantes.
Desde el colectivo pidieron el máximo control para resolver un problema "que no es otro que defender el precio que este magnífico producto se merece", igual que "algunos agricultores" están sometidos a un "estricto control" por parte de inspectores de Trabajo para controlar que cumplen con sus obligaciones por el personal que tienen contratado.