Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
Y. G. T.
Nuevas libélulas en los ríos del Campo de Gibraltar. Técnicos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente han detectado nuevas poblaciones de tres especies de libélulas que se encuentran en peligro de extinción tras un minucioso trabajo de muestreo realizado en los ríos y arroyos del Parque Natural de los Alcornocales y de la Sierra de Grazalema.
Los trabajos se han realizado en el marco del programa de seguimiento de fauna amenazada en Andalucía, de la Junta. De este modo, los profesionales han realizado una serie de prospecciones en ríos de la provincia de Cádiz con el propósito de delimitar las poblaciones de estas tres libélulas protegidas que habitan en Andalucía. Tres de estos insectos, conocidos en algunos lugares de Cádiz como pitijopos o helicópteros, se encuentran en grave peligro de extinción.
Y. G. T.
Nuevas libélulas en los ríos del Campo de Gibraltar. Técnicos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente han detectado nuevas poblaciones de tres especies de libélulas que se encuentran en peligro de extinción tras un minucioso trabajo de muestreo realizado en los ríos y arroyos del Parque Natural de los Alcornocales y de la Sierra de Grazalema.
Los trabajos se han realizado en el marco del programa de seguimiento de fauna amenazada en Andalucía, de la Junta. De este modo, los profesionales han realizado una serie de prospecciones en ríos de la provincia de Cádiz con el propósito de delimitar las poblaciones de estas tres libélulas protegidas que habitan en Andalucía. Tres de estos insectos, conocidos en algunos lugares de Cádiz como pitijopos o helicópteros, se encuentran en grave peligro de extinción.
Así, el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas las contempla como "en peligro de extinción", en el caso de Macromia splendens, y "vulnerables" para Oxygastra curtisii y Gomphus graslinii. Se trata de especies de ciclos de vida largos (tres años en el caso de Macromia) que requieren de ambientes muy bien conservados, siendo muy sensibles al deterioro en la calidad del agua y a los cambios en la estructura de los bosques de galería por donde transcurren los cauces que habitan.
El conocimiento preciso de los tramos de río ocupados por estas especies y de determinados aspectos de su ecología son herramientas necesarias para una adecuada gestión de sus poblaciones y de sus ecosistemas. Durante estos muestreos, conducidos a lo largo de los meses de junio y julio de este mismo año, no sólo se ha podido corroborar su presencia en lugares ya conocidos previamente, sino que además se han detectado una serie de nuevas localidades. Del mismo modo, los técnicos ha comprobado el excelente estado de conservación de muchos ríos de la comarca.
Así, se han tomado muestras en la comarca en los arroyos: Los Molinos y río Guadalmesí (Tarifa); San Carlos del Tiradero, Raudal, Valdeinfierno y Candelar (Los Barrios); río Guadiaro ( fuera de los límites del parque natural, pero muy próximo; río Hozgarganta (Jimena) y Río de la Miel (Algeciras).
También se han tomado datos en el parque de Grazalema, en los ríos Gaduares, Gaidovar y Tavizna (Benaocaz).
El delegado territorial, Federico Fernández, destacó la importancia de este trabajo que no sólo ha permitido delimitar las poblaciones de estos insectos, sino que además muestra la buena conservación de muchos de los ecosistemas existentes en el Campo de Gibraltar y la alta calidad del agua de los ríos, dos condiciones indispensables para que estas especies sobrevivan.
Las libélulas son unos primitivos insectos que en verano pueblan los ríos, charcas y humedales con sus rápidos vuelos. Su vinculación al medio acuático no es caprichosa, ya que la mayor parte de su vida la pasan en él en forma de larva, emergiendo en los meses estivales como adulto volador. Además, son valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos y las moscas, de las que se alimentan , al igual que de abejas, mariposas y polillas.
Este trabajo ha puesto de manifiesto la relevancia de los ríos de Los Alcornocales y de las sierras gaditanas para la supervivencia de la fauna amenazada, en general, y de los invertebrados acuáticos en particular, siendo uno de los puntos clave para la conservación de las libélulas en el contexto de toda Europa. A esto no solo contribuye la presencia de estas exclusivas especies, sino que además hay que tener en cuenta la diversidad y singularidad del resto de la comunidad y las infrecuentes densidades de individuos que pueden detectarse en determinados lugares durante ciertos periodos del año.
El conocimiento preciso de los tramos de río ocupados por estas especies y de determinados aspectos de su ecología son herramientas necesarias para una adecuada gestión de sus poblaciones y de sus ecosistemas. Durante estos muestreos, conducidos a lo largo de los meses de junio y julio de este mismo año, no sólo se ha podido corroborar su presencia en lugares ya conocidos previamente, sino que además se han detectado una serie de nuevas localidades. Del mismo modo, los técnicos ha comprobado el excelente estado de conservación de muchos ríos de la comarca.
Así, se han tomado muestras en la comarca en los arroyos: Los Molinos y río Guadalmesí (Tarifa); San Carlos del Tiradero, Raudal, Valdeinfierno y Candelar (Los Barrios); río Guadiaro ( fuera de los límites del parque natural, pero muy próximo; río Hozgarganta (Jimena) y Río de la Miel (Algeciras).
También se han tomado datos en el parque de Grazalema, en los ríos Gaduares, Gaidovar y Tavizna (Benaocaz).
El delegado territorial, Federico Fernández, destacó la importancia de este trabajo que no sólo ha permitido delimitar las poblaciones de estos insectos, sino que además muestra la buena conservación de muchos de los ecosistemas existentes en el Campo de Gibraltar y la alta calidad del agua de los ríos, dos condiciones indispensables para que estas especies sobrevivan.
Las libélulas son unos primitivos insectos que en verano pueblan los ríos, charcas y humedales con sus rápidos vuelos. Su vinculación al medio acuático no es caprichosa, ya que la mayor parte de su vida la pasan en él en forma de larva, emergiendo en los meses estivales como adulto volador. Además, son valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos y las moscas, de las que se alimentan , al igual que de abejas, mariposas y polillas.
Este trabajo ha puesto de manifiesto la relevancia de los ríos de Los Alcornocales y de las sierras gaditanas para la supervivencia de la fauna amenazada, en general, y de los invertebrados acuáticos en particular, siendo uno de los puntos clave para la conservación de las libélulas en el contexto de toda Europa. A esto no solo contribuye la presencia de estas exclusivas especies, sino que además hay que tener en cuenta la diversidad y singularidad del resto de la comunidad y las infrecuentes densidades de individuos que pueden detectarse en determinados lugares durante ciertos periodos del año.
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