Riada del Guadiaro en San Pablo de Buceite. |
Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
El documento técnico fija cuatro zonas con riesgos de inundación coincidentes con los principales cauces fluviales, entre ellas el río Guadiaro en San Pablo de Buceite.
El documento técnico fija cuatro zonas con riesgos de inundación coincidentes con los principales cauces fluviales, entre ellas el río Guadiaro en San Pablo de Buceite.
Propone la redacción de un estudio pormenorizado y repoblaciones en los márgenes
A. R.
Preparados ante cualquier eventualidad. Las riadas como consecuencia de las lluvias torrenciales son la principal amenaza de tipo natural a la que se enfrenta el Campo de Gibraltar, según el Plan de Ordenación del Territorio (POT). Para combatirlo, el documento establece una serie de medidas que han de tenerse en cuenta a la hora de ejecutar transformaciones del suelo -como la creación de zonas de exclusión cautelar para crecimientos urbanísticos- y la conservación de márgenes de seguridad suficientes en torno a los principales cauces.
A. R.
Preparados ante cualquier eventualidad. Las riadas como consecuencia de las lluvias torrenciales son la principal amenaza de tipo natural a la que se enfrenta el Campo de Gibraltar, según el Plan de Ordenación del Territorio (POT). Para combatirlo, el documento establece una serie de medidas que han de tenerse en cuenta a la hora de ejecutar transformaciones del suelo -como la creación de zonas de exclusión cautelar para crecimientos urbanísticos- y la conservación de márgenes de seguridad suficientes en torno a los principales cauces.
El POT recoge que las zonas sujetas a riesgos de inundación en la comarca alcanzan una superficie aproximada de 7.000 hectáreas que coinciden, en su mayoría, con los tramos bajos de la red fluvial. "La acusada torrencialidad del régimen pluviométrico y la corta distancia entre las sierras y el mar, resuelta con unas diferencias muy apreciables en las pendientes de los cursos fluviales, fuertes en el tramo serrano y muy suaves al internarse en las vegas, son las características que definen al Campo de Gibraltar como una zona de riesgos elevados de inundación", detalla el análisis donde también se apunta como condicionante añadido las acciones urbanísticas históricamente no respetuosas con los cauces.
Los técnicos redactores del plan reconocen que la definición de las zonas sujetas a riesgos escapan del alcance del documento, si bien establecen lo que se denomina como "zonas problema". Son cuatro: el río Guadiaro en San Pablo de Buceite y San Martín del Tesorillo (Jimena) así como el tramo de desembocadura; el río Hozgarganta a su paso por la vega Barría; el río Guadarranque y el papel que desempeñan tanto la carretera como el ferrocarril en su margen izquierda; y este mismo río, a su paso por La Estación de San Roque.
Las diferentes iniciativas técnicas para atajar los riesgos naturales están valoradas en 1,45 millones de euros con un horizonte temporal de quince años. Según el cronograma de trabajo del POT, el apartado de gestión de riesgos incluye a corto plazo (de uno a cinco años) la redacción de un estudio para delimitar y ordenar las zonas inundables. A medio plazo consta una iniciativa para mejorar la evacuación de los cauces urbanos mientras que a largo plazo aparecen dos actuaciones para la restauración hidrológica-forestal de las cuentas del arroyo Candalar y el río Hozgarganta.
Dentro del articulado del POT se establecen, igualmente, medidas para las explotaciones agrícolas, gestión de pendientes en zonas urbanas y taludes de forma que se evalúe la evacuación de aguas en condiciones extremas.
Pero no son los únicos riesgos. El Campo de Gibraltar está enclavado en una zona considerada activa desde el punto de vista sísmico -tanto en tierra como en la franja marítima- e igualmente sujeta a la erosión costera por la acción de la dinámica litoral y los incendios forestales. Todos estos riesgos son también imprevisibles. Respecto a los posibles terremotos, el plan reconoce que debido a su carácter espontáneo no es posible tomar medidas más allá de las contenidas en la legislación sectorial.
La erosión costera (y su influencia en las inundaciones desde el mar) no es considerada aún un problema grave, si bien se detecta una alteración de los depósitos de arena que pueden derivar en inundaciones. Es el caso de los frentes portuarios y urbanizaciones. El POT detalla que los numerosos espigones y pantalanes repartidos por toda la Bahía de Algeciras han modificado las corrientes marinas y, con ellas, la dinámica litoral de playas como El Rinconcillo (Algeciras) y Poniente (La Línea), que tienden a una dinámica regresiva que debe ser paliada con aportes periódicos de arena.
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