Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
Los municipios gallegos de Cesuras y Oza dos Ríos prevén unirse para ahorrar en la prestación de servicios, una situación opuesta a las aspiracion opuesta a las aspiracionjes de autogobierno en la comarca.
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San Pablo de Buceite y San Martín del Tesorillo aspiran a subir un escalafón más en sus
aspiraciones
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A. R.
Primero
fueron las empresas, luego la banca y, ahora, los municipios. La fusión
como solución a los dolores de cabeza de la crisis llega al ámbito del
municipalismo para romper un tabú y abrir un melón que hasta ahora había
permanecido tan intocable como imperecedero desde la restauración de la
democracia en España.
Cesuras y Oza dos Ríos, dos pequeñas
localidades de La Coruña que juntas suman apenas cinco mil habitantes,
anunciaron hace menos de una semana su intención de fusionarse de forma
voluntaria para mejorar la prestación de servicios públicos. Una
decisión que ya ha tenido repercusión en todo el país con alcaldes
favorables, como el de Valladolid, y voces en contra como el presidente
de la Diputación de Orense que prefiere las uniones de facto para evitar
una pérdida de identidad local. También ha habido réplicas en esta
semana de vértigo que puede suponer el principio para un nuevo mapa
nacional: Santiago de Compostela y Boqueixón por un lado y Ames y Teo,
todos en Galicia, no descartan igualmente sumarse a esta hornada de
futuribles municipios fusionados consensuadamente.
Pero, ¿es
posible que un caso como éste se de en la comarca? Más bien justo al
contrario. El Campo de Gibraltar ha sido históricamente un territorio
abonado para el municipalismo e incluso para las escisiones. La propia
comarca, sin ir más lejos, abanderó durante buena parte de la década de
los años noventa un movimiento para separarse de Cádiz y formar así la
novena provincia andaluza. No prosperó.
La propia distribución
geográfica condiciona en gran medida estas posibilidades, según compara
el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar,
Diego González (PP), quien se erige como favorable a mantener el sistema
supramunicipal como vía para aplicar la economía de escala en la
prestación de servicios públicos. "Obviamente, Galicia y Andalucía son
territorios diferentes. Uno marcado por las parroquias y concellos,
surgido del minifundismo frente a otro modelo latifundista. En Galicia
hay municipios que comienzan justo donde se acaba la última casa del
otro. Aglutinar como proponen esos municipios es algo muy factible y
plausible pero improbable en Andalucía por la dispersión", defiende De
la Torre.
Efectivamente, un 15,9% de la población
campogibraltareña vive fuera de los límites del casco urbano matriz de
los siete municipios. Parece una cifra baja pero que se eleva por encima
del 60% en términos municipales como los de San Roque y Jimena de la
Frontera. Unir, cuando se está desunido geográficamente y
poblacionalmente hablando, es poco menos que utópico. De hecho, en
cuanto a las entidades municipales de la comarca, el mapa es francamente
diferente al registrado hace apenas quince años ya que en la zona rigen
diversas figuras de descentralización justo al contrario de lo que se
propone en Galicia. Y todo ello sin obviar la identidad municipal.
En
la comarca conviven los siete municipios con un submapa plagado de
otras formas de gestión del territorio que van desde experiencias de
autogobierno que cristalizan en Entidades Locales Autónomas (ELA) como
San Martín del Tesorillo (Jimena) o Facinas (Tarifa).
Y modelos de
descentralización mixta mediante Juntas Municipales de Distrito: San
Pablo de Buceite en Jimena o Palmones, en Los Barrios, con un limitado
número de competencias respecto a la ELA pero suficiente para acercar
servicios al ciudadano.
Y las que están por venir. Tesorillo y
San Pablo de Buceite aspiran a subir un escalafón más en sus
aspiraciones de autogobierno y separación de la matriz. Tesorillo ya
tiene en marcha un expediente de segregación desde hace más de un año y
que la Junta de Andalucía tramita mientras que San Pablo de Buceite ha
solicitado ya transformarse en una ELA.
Los pequeños municipios
gallegos están aquejados de un fuerte envejecimiento poblacional que
limita en gran medida la prestación de servicios y que, a su vez,
requiere de mayor atención hacia colectivos como los pensionistas y
personas en situación de dependencia. Es una de las razones esgrimidas
por Cesuras y Oza dos Ríos. Pero otros servicios básicos como la
recogida de basuras o el abastecimiento del agua requieren de unos altos
costes que pocas localidades pequeñas pueden asumir en solitario.
El
presidente comarcal ensalza el papel de la entidad supramunicipal a la
hora de prestar servicios que, de otra manera, serían carísimos para los
municipios o prestados bajo déficit permanente. "Es el caso de Arcgisa.
Que presta servicios de recogida y tratamiento de residuos sólidos
urbanos y abastecimiento de aguas a la mayoría de municipios de la
comarca. Creo que es posible mantener la identidad municipal pero estar
unidos para conseguir economías de escala", concluye.
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