Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
Interesante y agradable ruta por ambos márgenes del río a través del bosque, prados y huertos entre riscos.
Aunque con escaso caudal, siempre es una buena alternativa seguir las veredas que marcan el cauce del Hozgarganta
Carmen González
Pasear por la ribera del río Hozgarganta, a pesar de estar muy cerca del núcleo de población de Jimena, es siempre un placer. Aunque ahora la escasez de lluvia se deja sentir en su cauce, sin embargo, el sonido fresco y alegre del agua, acompañado del canto de las aves, es todo un regalo para los sentidos.
Carmen González
Pasear por la ribera del río Hozgarganta, a pesar de estar muy cerca del núcleo de población de Jimena, es siempre un placer. Aunque ahora la escasez de lluvia se deja sentir en su cauce, sin embargo, el sonido fresco y alegre del agua, acompañado del canto de las aves, es todo un regalo para los sentidos.
Una buena alternativa al simple paseo por la orilla derecha del río, la más próxima a la localidad y con una senda perfectamente señalizada, es cruzando el puente adentrarnos por el bosque a través de un sendero, bastante menos transitado. Desde esta orilla, incluso podemos disfrutar de una vista de la peña en la que se asienta el castillo, cuyo contorno se dibuja contra el azul del cielo.
La ruta sigue adentrándose por un sendero que discurre paralelo al río a unos 30 metros ladera arriba y que ha sido desbrozado no hace mucho tiempo. Desde esa panorámica se vislumbra el río, con mucha menos agua de la que es habitual, y al otro lado el sendero que se utilizará para regresar y que pasa junto al Cao de la Real Fábrica de Artillería.
Pinos, acebuches y quejigos ofertan una variedad de colorido al entorno, todo ello combinado con pequeños prados, aún no florecidos. Desde el margen izquierdo del río y tras cruzar el arroyo del Cañuelo, que desemboca en el Hozgarganta, vemos más cerca el mirador del Risco, y un poco más a la derecha la torre del Castillo.
Ahora, el río se puede cruzar perfectamente por distintos puntos de su cauce. Sin embargo, en este caso, lo hemos hecho salvando una valla señalizada por la Junta de Andalucía a la que hemos llegado, eso sí, cruzando una propiedad privada, con su correspondiente permiso, tras pasar junto a un hermoso huerto de naranjas y otra pequeña vivienda.
Ya en el otro lado del río se enlaza con la antigua vía medieval, que discurre paralela al río. Vemos, sin embargo, que una parte del sendero, ha sido ensanchado. Después de recuperar la antigua senda, podemos disfrutar desde esta otra orilla de una bella panorámica a lo largo del cauce.
En distintos puntos del recorrido, mucho más transitado que el tramo de la otra orilla, encontramos diferente información alusiva, por ejemplo a los molinos, ubicados en la zona, así como al jardín etnobotánico El Risco. Aquí, si se desea, se puede acceder por otra antigua calzada al mirador y a la propia población de Jimena a través de la Vereda Encubierta.
Más adelante podemos recabar información del Cao de la Real Fábrica de Artillería, zona muy visitada por lugareños y visitantes donde se observan los restos de lo que fue estas instalaciones construidas entre 1779 y 1783. Conocida localmente como Fábrica de Bombas, cayó en desuso en 1789 al no disponer de agua regularmente, además de por vicisitudes políticas.
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