Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
La Laguna de Torreguadiaro, de dos hectáreas, es uno de los enclaves más importantes de la provincial puntos de observación
El humedal dispone de una pequeña ruta de pasarelas y puntos de observación de aves, antes sucios, ahora cerrados.
CARMEN GONZÁLEZ
Rodeada de carrizos, juncos, cañas y castañuelas, la Laguna de Torreguadiaro se ha convertido en uno de los enclaves más importantes a nivel onírico. Su trascendencia aumentó a raíz de la desecación de la Laguna de la Janda, de la que dependían en su momento numerosas aves que utilizaban ese enclave en sus rutas de migración a través del Estrecho de Gibraltar.
La desaparición de la Laguna de la Janda hizo que tomaran cuerpo zonas como las Marismas del Guadalquivir, así como humedales como el Estuario de Palmones, Los Lances de Tarifa, el Estuario del río Guadiaro y también la Laguna de Torreguadiaro. Estos espacios han formado un eslabón perfecto que las aves utilizan como catapulta en dirección hacia el continente africano.
La Laguna de Torreguadiaro está situada en una de las rutas más importantes seguidas por las aves migratorias, y junto con el estuario del río Guadiaro, muy próximo a ella y también en el Campo de Gibraltar, son las únicas zonas húmedas que posee el litoral oriental gaditano.
Se trata de un pequeño reducto natural de dos hectáreas ubicado entre el puerto de Sotogrande y el núcleo de Torreguadiaro. Esta laguna costera era un brazo de la desembocadura del río Guadiaro, que quedó separado por cambios naturales. Actualmente este humedal, que en su total extensión tiene una superficie de 27 hectáreas, cuenta con una pequeña ruta de pasarelas de madera que, prácticamente, la rodea y que permite enlazar desde el acceso al puerto de Sotogrande con el paseo marítimo de la playa.
Otro de los brazos de esta ruta nos adentra en el humedal y acerca hasta un pequeño mirador de madera. La ruta también cuenta con enclaves desde donde se supone que se podría observar a cubierto el "trajín" de las aves, sin embargo la caseta de madera se encuentra totalmente cerrada, se supone para evitar pernoctaciones o se convierta en un "vertedero" de basura.
Otro de los brazos de esta ruta nos adentra en el humedal y acerca hasta un pequeño mirador de madera. La ruta también cuenta con enclaves desde donde se supone que se podría observar a cubierto el "trajín" de las aves, sin embargo la caseta de madera se encuentra totalmente cerrada, se supone para evitar pernoctaciones o se convierta en un "vertedero" de basura.
De hecho, en su interior antes era ya generalizada la existencia de porquería e incluso restos de heces o orín. También dispone de paneles informativos. Con todo, la zona debería estar algo más cuidada pues en algunos aspectos se nota cierto abandono, sin faltar escombros y suciedad diversa.
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