La siguiente carta fue recibida ayer por la organización de los IX Talleres por la Paz de San Pablo de Buceite, de los padres de una joven participante en el evento intercultural sampableño.
El escrito es un sensible y bello agradecimiento, que acoge entre sus párrafos el espíritu de los Talleres, elogiando a la organización y sus logros, y convirtiendo a San Pablo en referente de la educación para la paz y ejemplo a seguir.
El escrito es un sensible y bello agradecimiento, que acoge entre sus párrafos el espíritu de los Talleres, elogiando a la organización y sus logros, y convirtiendo a San Pablo en referente de la educación para la paz y ejemplo a seguir.
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San Fernando, 5 de septiembre de 2011
Estimados Organizadores de los IX Talleres por la Paz:
Desde San Fernando (Cádiz), acabamos de volver a casa tras el verano, y después de haber visto en nuestro correo electrónico, un email suyo requiriendo oportunidades de mejora para próximas ediciones, les remitimos esta carta, agradeciéndoles todo el esfuerzo que han realizado para poner en marcha y desarrollar con buen fin esta edición.
Nuestra hija, Lucía Naveiro (oboe), ha tenido la suerte de poder participar este año. Era su primera vez, y ha disfrutado como nunca antes en vacaciones.
Con anterioridad fue en alguna ocasión al clásico campamento de verano, con actividades lúdicas, y con nosotros (viajeros natos), ha venido recorriendo muchos kilómetros por diferentes países y culturas y si bien le encanta viajar y conocer nuevos lugares, cuenta los días hacia atrás, para ver cuánto queda para el próximo año poder volver a encontrarse con tantos amigos y amigas, con un pueblo al que en tan pocos días ha tomado un gran cariño y con unas emociones y sentimientos compartidos intensos y nunca antes experimentados, unido todo ello, por un mismo hilo conductual “la cultura musical”.
Hemos visto en nuestra familia, cómo y cuánto se han esforzado en San Pablo de Buceite por hacer de estos talleres un encuentro intercultural paran jóvenes maravillosos, que nunca olvidarán estas experiencias, ni los nuevos valores adquiridos sobre el esfuerzo, el compartir, la diversidad, la complementariedad, el conocimiento, la destreza, la socialización, la generosidad, la conciencia social, el darle el valor indispensable a lo material, y un sinfín más que tardaríamos mucho en poder enumerar y que tanta falta hacen: tan solo pongamos un rato la tele…
Igualmente, estos chicos y chicas han podido comprobar que se pueden pasar las mejores vacaciones sin ordenador, sin tv, sin sms ni chats. ¡Qué alegría!!!...Solo voces jóvenes, música, juegos, alegría y el silencio y la calma del campo, y además nuestra hija, vuelve con mayor seguridad y confianza en ella misma y con un ansia enorme de seguir tocando, ensayando y entrenando en casa!!
¡Qué más podemos pedir!!.
No tenemos suficientes palabras para agradecerles cómo no han dudado en ponerse al servicio de la sociedad juvenil, que es nuestra esperanza, para transmitirles estos valores, cómo les han abierto las puertas de su casa y ofrecido todo aquello cuanto tienen. Por ello hemos transmitido a nuestra hija el hecho de que sea consciente de todo ello, así como del esfuerzo de monitores/as, equipo docente, cocineras, limpieza, piscina, apoyo médico, equipo administrativo, y muchísimas otras personas que han prestado su esfuerzo, su paciencia con los
chicos y chicas, y su tiempo.
¿Y nos piden que les demos oportunidades de mejora? En esta vida, casi todo es mejorable, pero nos ha parecido sencillamente un círculo perfecto (quizá por reírnos y aportar algo, los horarios de los conciertos, agradeceríamos quienes vamos de fuera, que se hicieran algo más temprano, por aquello de la carretera, que tomarla a las 4 de la mañana no es sencillo).
Sería un triunfo que otras localidades se sumaran a esta fiesta y tomaran buena nota y ejemplo, contribuyendo socialmente en la medida de sus posibilidades y por supuesto, mayor difusión en medios de comunicación.
Esperamos que nuestra hija pueda volver el próximo año a participar y poder devolver el esfuerzo a la sociedad de San Pablo de Buceite, ofreciendo lo que está en su mano, los progresos que adquiera este curso escolar que ahora comienza, en el Conservatorio de Cádiz.
Muchos besos y muchas gracias.
Padres de Lucía Naveiro Grande: Juan Luis y María José.
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