Leído en Diario de Cádiz. Por su interés reproducimos esta noticia.
El pianista gaditano Sergio Monroy y la bailaora de Jimena Lucía Álvarez 'La Piñona' relatan su experiencia en el festival de La Unión donde han conquistado los premios El Filón y El Desplante, respectivamente
TAMARA GARCÍA
Cádiz se siente al piano y al baile en La Unión. La destreza y el talento de dos gaditanos conquistaron dos de los cuatro premios grandes de la 51 edición del Festival Internacional de Cante de las Minas el pasado fin de semana. El pianista Sergio Monroy, premio Filón 2011, y la bailaora Lucía Álvarez La Piñona, galardonada con El Desplante, no caben en sí de gozo.
Y no es para menos, polémicas en los cobros de las distinciones aparte, nadie parece dudar de la importancia de los reconocimientos de este encuentro para la carrera de un artista flamenco. "Es un gran apoyo", dice el gaditano. "Siempre un premio así supone un aval para poder caminar solo", según la jimenata.
La huella de Cádiz en Las Minas se dibuja en las líneas del experto piano flamenco de Sergio Monroy (Cádiz, 1980), todo un referente en esta disciplina. Así, en sus comienzos el artista combinó su afición al flamenco con sus estudios reglados en el conservatorio Manuel de Falla de Cádiz cursando estudios de piano de grado medio que abandonó al no compartir ciertos criterios estéticos con los "clásicos" profesores. Sergio empezó su carrera a los 16 años y recibió clases de piano flamenco en Madrid y de piano clásico en Cádiz de la mano, respectivamente, de los maestros Arturo Pavón y Antonio Escobar Perera.
"Este premio llega en un gran momento porque ahora las cosas están muy difíciles y este galardón me supone un subidón tanto económico como moral, sobre todo, moral", reconoce el gaditano que ya en 2004 fue finalista de los premios Nacionales de la Crítica Flamenca por su primer trabajo Monroy.
En el festival de Las Minas, Sergio ha disfrutado "muchísimo" sus dos pases. En ambos, interpretó el mismo programa: "una taranta y una bulería con percusión, donde me acompañó Israel Katumba", describe el ganador de El Filón que alaba el "buen nivel" de sus competidores y "todo el trabajo que han realizado" durante el festival que, además, le ha parecido "precioso". "Tocar en el antiguo mercado ha sido espectacular, da gusto allí, sobre todo, por el público, muy educado. La gente va a escuchar y eso no ocurre en todos los festivales", argumenta.
Monroy, que compagina su carrera en solitario -ahora ya con su segundo disco, Chicuco- con el acompañamiento a numerosos artistas (Miguel Poveda, Tim Ries, Andres Marín, Javier Latorre, Mari Ángeles Gabaldon, Encarna Anillo, Mariana Cornejo, La Tobala, El Junco, entre otros), se embarcará este año en una gira con el artista, también gaditano, El Barrio, "lo solemos hacer un año sí, un año no", y "para el próximo octubre" impartirá en el Centro Flamenco de la Merced un nuevo curso de piano flamenco "pero esta vez de iniciación, para las personas que quieran acercarse por primera vez al piano flamenco", adelanta.
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Para Lucía Álvarez La Piñona ganar el Desplante 2011 también supone "un empujón a mi carrera".
La bailaora de Jimena de la Frontera recibe este reconocimiento "con mucha ilusión" ya que con él pretende "comenzar a hacer mis cosas en solitario" ya que "de otra manera, sin un premio como éste, sería muy complicado".
Lucía Álvarez (Jimena, 1985) comenzó a bailar a la edad de 10 años en su ciudad natal, después se traslada a Granada y, un año después, a Sevilla a la Fundación de Arte Flamenco de Cristina Heeren donde estudia tres años con Milagros Mengíbar, Carmen Ledesma, Rafael Campallo y Úrsula López entre otros maestros. Ha realizado giras por lugares como Holanda, París, Bélgica, Kenya, Londres, Indonesia, Ecuador y Líbano, y también ha participado en numerosos festivales compartiendo cartel con artistas como Rancapino, Marina Heredia o Raimundo Amador. Ha colaborado en el disco Cuando Lebrijano canta se moja el agua, de Juan Peña El Lebrijano y ha formado parte de la compañía de Felipe Mato con quien ha estrenado el espectáculo Calle Sierpes en el Festival de Mont de Marsan de 2010. Actualmente trabaja en los tablaos sevillanos El Arenal, Museo del baile flamenco de Cristina Hoyos y en el auditorio Alvarez Quintero. Entre las distinciones que tiene en su currículo están el primer premio de la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla 2009 y el Primer Premio de Ronda Aniya la Gitana 2007.
"Ahora ansío entrar en los circuitos flamencos más grandes y preparar mi propio espectáculo", anuncia la bailaora para la que es "muy importante" el concepto de baile. "A la hora de montar algo intento hacer las cosas con mucha coherencia. No me gusta meter las cosas porque sí, sino que todo tenga un sentido, un motivo, al menos, eso es también lo que yo espero de un bailaor cuando me siento como público", advierte.
En Las Minas La Piñona conquistó al jurado por tarantas, seguiriyas y soleá, un palo, éste último, que la jimenata baila "con mucho corazón", aunque se siente "muy cómoda" en la seguiriya. "He pasado mucha tensión durante el festival por mi participación, sin embargo, he estado muy cómoda con el ambiente y con los compañeros. Ha sido una experiencia muy buena", decide.
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