Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
La hermandad recoge una tonelada de alimentos como ofrenda · Medio centenar de jinetes y una docena de carretas acompañan al cortejo por las principales calles de Castellar en su último día de feria
La hermandad recoge una tonelada de alimentos como ofrenda · Medio centenar de jinetes y una docena de carretas acompañan al cortejo por las principales calles de Castellar en su último día de feria
A. R.
Un año más, la emoción embargó las calles de Castellar de la Frontera para acompañar al Santísimo Cristo de la Almoraima en el tradicional domingo de romería que puso fin a los festejos patronales, los primeros del calendario anual en la comarca. Unas 7.000 personas, según los cálculos municipales y de la hermandad que dirige Juan Salido, acompañaron a la centenaria imagen a la que los campogibraltareños -y gente de fuera de la comarca- guardan especial devoción.
Un año más, la emoción embargó las calles de Castellar de la Frontera para acompañar al Santísimo Cristo de la Almoraima en el tradicional domingo de romería que puso fin a los festejos patronales, los primeros del calendario anual en la comarca. Unas 7.000 personas, según los cálculos municipales y de la hermandad que dirige Juan Salido, acompañaron a la centenaria imagen a la que los campogibraltareños -y gente de fuera de la comarca- guardan especial devoción.
A las 11:30 horas, el repique de Gloria de las campanas del santuario anunciaba que todo estaba listo para renovar la devoción hacia la imagen. En la iglesia, completamente llena, las autoridades municipales, las cortes infantil y juvenil, así como la romera mayor siguieron en las primeras filas la misa romera oficiada por el rector del santuario, José Carlos Mellado, quien estuvo acompañado también por el párroco Francisco, cura de la localidad cuando la Casa de Medinaceli entregó la imagen del Cristo de los Milagros al pueblo nuevo de Castellar.
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Los padres José Enrique y Rafael concelebraron la misa cantada por un coro de San Roque. El oficio comenzó con el agradecimiento a la vecindad por la entrega de una tonelada de alimentos no perecederos en lugar de flores, como había pedido la hermandad. La ayuda será repartida entre los necesitados de la localidad y el Comedor del Carmen de Algeciras.
El momento más esperado por los vecinos, muchos de ellos ataviados con la tradicional pañoleta -este año de color verde- fue la salida de la imagen a hombros tras la misa, momento en que muchos pequeños, aupados por sus padres, estiraron sus brazos para tocar al Cristo. Otros muchos hicieron lo propio con su pañoleta para buscar la protección de la imagen. Un manto de pétalos recibió al Cristo a su salida justo antes del momento en que los portadores levantaron la imagen para colocarla en la carreta tirada por bueyes entre vítores, aplausos y muestras de devoción.La imagen, acompañada por medio centenar de jinetes y una docena de carretas, recorrió las calles Juan Carlos, Iryda y la Avenida de las Adelfas antes de volver a su templo.
Todo el recorrido fue seguido por los devotos, un hecho que quiso agradecer especialmente el hermano mayor. "Este año hemos notado mayor afluencia de personas a la misa y a la romería. Hemos superado todas las previsiones y es de agradecer", detalló Salido.
La devoción hacia el Señor de Castellar permanece intacta año tras año. Y es que el Cristo de la Almoraima data de principios del siglo XVI, concretamente de 1604.
Lleva 405 años en Castellar, a donde fue traído por los Hermanos Mercedarios Descalzos cuando se refundó la orden, hecho que tuvo lugar en Castellar. La talla, según los estudios, pudo ser realizada en talleres de Madrid, si bien se desconoce su autoría.
Tras celebración de la romería, los castellarenses y visitantes invadieron el recinto ferial para disfrutar de la última jornada de festejos. A partir de las dos de la tarde las casetas comenzaron a llenarse para apurar las últimas horas. En la caseta municipal, el ambiente rociero marcó la tarde junto con la trigésima edición del concurso local de baile por sevillanas, así como la actuación de los grupos rocieros Nuevo Día y Antaño.
Los mayores disfrutaron de la tarde de feria y los pequeños aprovecharon para disfrutar de las atracciones. Ya por la noche, con los pies algo más doloridos, los chisparreros echaron sus últimos bailes hasta la medianoche, momento en que los fuegos artificiales pusieron punto y final a los festejos. La jornada de hoy lunes, fiesta local, servirá para reponer fuerzas y pensar ya en el año que viene.
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