Y...ahora ¿qué?, por Andrés Beffa

Este artículo contesta a las denuncias y manifestaciones de parte de la policia local de Jimena. Es importante que los ciudadanos conozcan el punto de vista del equipo de gobierno y lo que se esta haciendo al respecto.

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Esta vez, he querido contar hasta diez, antes de llevar al papel mi opinión, como responsable de la Policía Local de Jimena , de los acontecimientos que vienen produciendo ciertos “elementos” de la plantilla desde hace unos meses aquí.
He contado hasta diez, por prudencia y responsabilidad debida al cargo, pero después de reposar tanta mentira, hipocresía, irresponsabilidad, cinismo y falta de profesionalidad, que a mi juicio, es lo peor, he tomado la decisión de contar a mis vecinos dónde radica el problema y qué es lo que se está haciendo desde el equipo de gobierno, con su Alcalde a la cabeza, para resolverlo.
La presión sindical, es una medida legítima de estrategia muy utilizada en conflictos colectivos. Unas veces da resultado, cuando los que dirigen el cotarro conocen las líneas que no se pueden trasvasar y actúan llegado el momento, con la responsabilidad debida, y otros se caen al abismo por no medir la frenada, llevándose por delante, eso sí, a todos los incautos, ingenuos e infelices que atendían los cantos de sirena del “líder” de la movida.
Esto es lo que ha ocurrido en Jimena con las reivindicaciones, manifestaciones y actuaciones, de parte de la plantilla de la Policía Local que, afiliados a un sindicato llamado CSI-CSIF, minoritario en nuestro Ayuntamiento y de la mano de un “líder” de los que hacen época, nos están brindando a todos una fotonovela de padre y muy señor mío.
Y todo, por dinero. Verán, si en el mes de Enero éste que les escribe, como responsable de la Corporación en la Mesa negociadora, creada para la discusión del Acuerdo Regulador del Ayuntamiento con las centrales sindicales, hubiera accedido al margen de dicha Mesa, a la demanda de la Policía de incremento de un plus de disponibilidad de 100€ a 150€ mensuales por 14 pagas e, igualmente hubiera incrementado las horas extraordinarias de 16,23€ hasta los 35€, no habría pasado absolutamente nada. No se hablaría de discriminación, desigualdad, falta de medios, etc…que es lo que reivindican y denuncian en las pancartas y en los panfletos.
Quiero dejar muy claro y no me cansaré de decirlo que estamos hablando de sólo un grupo de efectivos de la policía, porque el otro, mayoritariamente bajo las siglas de CCOO, está demostrando, al desmarcarse a tiempo de los métodos, la otra cara de la moneda. Es decir, sensatez y profesionalidad, al no amparar, bajo ningún concepto, la metodología empleada por estos aprendices de sindicalistas. Quiero que quede bien claro, porque me consta, que la gran mayoría, están asistiendo perplejos a unos acontecimientos que les está llenando, desgraciadamente, de sonrojo y de vergüenza.

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Y cual ha sido la estrategia empleada, pues sencillamente, dejar de hacer disponibilidad (Concepto utilizado por el cual el policía vende un cierto número de horas al año fuera de horario normal para que se puedan atender los eventos importantes: ferias, carnavales, festival internacional, etc…) y también dejar de hacer horas extraordinarias, al considerarlas muy bajas, llegando a rechazar una última propuesta del Sr. Alcalde para que se cubriera la Feria de San Martín de 25 € la hora. Es decir, multipliquen por 7 horas de servicio y saquen ustedes mismos las conclusiones.
¿Dónde comienzan la presión? Como todos pudimos observar atónitos, en la pasada Feria de Mayo, donde dejaron bajo mínimos la cobertura de seguridad de la propia feria. Aquí quiero hacer un inciso para agradecer, en nombre de todos los jimenatos a la guardia civil, el apoyo prestado tanto en esos momentos, como luego más tarde, igualmente en los festejos de San Martín del Tesorillo. Se minimizó la ausencia policial gracias a la colaboración de la benemérita, que, como siempre, estuvo ahí con profesionalidad y espíritu de servicio.
Pues bien, fueron capaces de anteponer sus pretensiones económicas a la seguridad de los vecinos y, además con el agravante de desear algunos de ellos, que verdaderamente ocurriera una desgracia personal en la Feria para que los vecinos culparan al equipo de gobierno de la situación.
Salimos a trancas y barrancas de la Feria de Mayo, gracias a la guardia civil como he dicho anteriormente, y llegó la siguiente disponibilidad con la Feria de San Martín. Se celebró una Junta Local de Seguridad en San Martín y se planificaron los servicios y la coordinación con la Guardia Civil como todos los años. En previsión que pudiera ocurrir la misma situación que en Feria de Mayo, el Alcalde de Jimena estudia con la secretaría del Ayuntamiento la redacción de un Decreto que posibilite, cumpliéndose la legalidad, que los efectivos policiales cubran al cien por cien las necesidades de seguridad de los vecinos de San Martín. Se redacta el decreto, pero antes de hacerlo efectivo, como dije anteriormente, el Alcalde intenta hacer una última aproximación incrementando de una manera importante y sólo para el caso, el valor de las horas extraordinarias. Se pasaría a cobrar por asistencia a la Feria 25€ la hora.

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Se llevan la propuesta, la consultan y dan su negativa al último acercamiento. Renglón seguido el Alcalde hace efectivo el Decreto por el cual se modifican los horarios de la policía, respetando escrupulosamente el número de horas que se tienen que realizar y posibilitando que el operativo de la Feria cuente con los efectivos necesarios.
Ante el Decreto, la respuesta profesional de los afiliados del CSI-CSIF es utilizar “presuntamente” de manera fraudulenta la baja médica. En 3 días se dan de baja diez policías, consiguiendo como era su pretensión, dejar nuevamente a un pueblo sin policías en un evento de tanta relevancia como es una feria. Esta decisión adoptada es la que marca un punto de inflexión dentro de toda la plantilla de la policía. No sólo la utilización de la baja es rechazada por toda la ciudadanía, sino que esta utilización torticera de la baja sólo tiene un perjudicado directo que son los propios compañeros que quedan en activo, que han tenido que apechugar con una Feria difícil sin los elementos necesarios. Valiente compañerismo. (Ver Más de la mitad de la plantilla de la Policía de Jimena está de baja desde el jueves )
Y luego viene lo de la manifestación a las puertas del Consistorio (Ver Policías locales se han manifestado en la puerta del ayuntamiento de Jimena ) . Cuando ya dejaron de estar “malitos” obligados por la inspección médica, solicitan a la subdelegación del gobierno autorización para seguir una serie de movilizaciones. El día 20 de Junio que es el primer día fallan, quizás porque todavía seguía alguno de baja y no se atrevieron a que se visualizara la falta de “elementos”. Pero, a la semana siguiente, el pasado día 27 tuvo lugar la “gran charlotada”. Me van a permitir que la defina de esta manera, porque no me merecen ningún respeto como profesionales, todos aquellos que amparados en la libertad sindical vilipendian, calumnian, difaman y deshonran a las personas, como ocurrió con los gritos y acusaciones graves que se hicieron contra el Alcalde. Una cosa son las reivindicaciones “legítimas” de un colectivo y otra el bochornoso espectáculo de ruido e insultos en el que se convirtió la manifestación.
Señores del CSI-CSIF, tienen que entender que aquí no vale todo. Ni es válida la impresentable actitud de darse de baja por la cara para hacer una huelga encubierta, ni podemos permitir que haciendo mal uso de la libertad de expresión y utilizando los más bajos instintos, acusen y deshonren al Alcalde de todos los jimenatos, que lo único que está haciendo en este conflicto, es plantar cara a un colectivo que viene demostrando con sus actitudes diarias, que les importan muy poco los vecinos de este pueblo.

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Como comprenderán, el equipo de gobierno ha tomado muy buena nota de lo acontecido y sabrá dar la respuesta conveniente cuando llegue su momento.
Pero, cómo y por qué este grupo de policías han adoptado un posicionamiento de enfrentamiento directo con la Corporación. Sencillamente, porque están completamente en contra de los nuevos planteamientos que el equipo de gobierno, legítimamente, está llevando a cabo con la policía local. No se acepta por su parte ni los cambios horarios, ni la nueva concepción, para ellos caducada, del policía de barrio, del guardia municipal. Un policía, integrado con sus vecinos, pendiente de los problemas de la calle y garante de seguridad por su talante y conocimiento del entorno, y no mero represor de conductas ilegales.
Ya lo decía yo en un anterior artículo que titulaba “Esa policía local que necesitamos”: “Queremos una policía cercana que se ocupe del día a día de nuestras calles y de nuestros vecinos. Que patee nuestras calles, que hable con nuestra gente, que esté pendiente de las deficiencias en las infraestructuras, que informe a nuestros vecinos, que los conozca, que controle el tráfico, que vele por la seguridad de nuestros hijos, que controlen el absentismo escolar, etc, etc, etc…No queremos ni Sherlok Holmes, ni Rambos, ni robocops, ni la policía montada del Canadá, queremos solamente servidores públicos que realicen con agrado las competencias que son de su responsabilidad. Ese es nuestro policía de barrio que queremos incorporar en la vida de todos los jimenatos”. Y, esto es, sencillamente, lo que estos señores del CSIF, residentes allende nuestras fronteras, ni comparten ni quieren acatar.
Por otra parte, decía ese padre del sindicalismo como fue Pablo Iglesias, que “por mucho que valgan las ideas, nunca prosperarán si sus sostenedores y principalmente los que ocupan las primeras filas, no son enteros, serios y morales. No sólo se hace adeptos con las doctrinas, sino con los buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres”. Esta cita tan extraordinaria que refleja el pensamiento de un hombre digno y honesto como fue el fundador de la UGT, me sirve para hacer una reflexión sobre los “personajes” que están llevando el peso de las reivindicaciones y las manifestaciones.
Desde luego, creo que la utilización de la baja médica como se ha llevado a cabo y las consecuencias que ha tenido, “retrata” ya de por sí a sus promotores ante los ojos de todo el mundo. Pero, si a todo esto, añadimos las estadísticas objetivas del último año en la que sólo entre trece policías han acumulado más de 500 días de baja y sólo uno de ellos, precisamente el representante sindical del CSIF, más de 150 días, qué pueden seguir pensando los ciudadanos de Jimena acerca de la profesionalidad de estos señores.
Todo esto, lógicamente va a cambiar. Por fín la inspección médica ha tomado cartas en el asunto y me cabe la esperanza de que en la negociación del Acuerdo Regulador, tanto la UGT como CCOO, asuman planteamientos de sensatez como han venido haciendo hasta ahora, y apoyen las medidas precisas que se van a adoptar, para que este “robo a mano armada” que algunos vienen cometiendo contra todos los jimenatos tenga sus días contados.
El esfuerzo realizado los tres últimos años por la Corporación, aumentando la plantilla considerablemente, dotándola de medios y dignificándola económicamente, no es justo que tenga la respuesta impresentable que está teniendo por parte de este grupo de policías, ni creo que los ciudadanos de Jimena se merezcan una respuesta “profesional” donde la prioridad dejen de ser los vecinos y lo único que importe sean las insaciables reivindicaciones de un colectivo que, a mi juicio, son unos verdaderos privilegiados.
Andres Beffa García
Concejal de Seguridad Ciudadana

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