En el boletín oficial de la provincia de Cádiz del pasado día 22 de Abril, se somete a Información Pública el proyecto de instalación de una planta de tratamiento de escombro en la barriada de Marchenilla, del término municipal de Jimena de la Frontera.
Como consecuencia de este proyecto, los vecinos de Marchenilla se han levantado en armas contra este proyecto por entender que les va a suponer unos enormes perjuicios medioambientales que alterarán enormemente el entorno actual de este núcleo rural.
Estos perjuicios los ocasionarán, fundamentalmente, el paso diario de camiones de gran tonelaje tanto para la entrada como para la salida a esta instalación.
Desde AGADEN, tras haberse personado en el expediente obrante en este Ayuntamiento, y haberlo sometido a análisis, además de revisar toda la legislación al respecto, se decide convocar una reunión en aras de crear debate en torno a este polémico proyecto.
A dicha reunión se han convocado a los vecinos de esta barriada, a los miembros de la asociación de vecinos creada allí, a asociaciones del municipio y a los grupos políticos del Ayuntamiento.
El gobierno municipal se convoca en la persona del Alcalde Pascual Collado y la Concejala de Medio Ambiente.
La intención que tiene este colectivo con este encuentro es, ni mas ni menos que poner en lo alto de la mesa todos los datos hasta ahora conocidos en torno a este proyecto; y sobre todo, poner a los convocados en antecedentes de todas las incongruencias e irregularidades (incluso podríamos decir, supuesta prevaricación) que existen en la documentación y en el informe ambiental.
Entendiendo desde AGADEN, que debería haber sido el propio Ayuntamiento el que hubiese provocado esta reunión informativa en aras de la transparencia y la claridad que debería de haber tenido con la población en general; pero sobre todo con los vecinos de Marchenilla en particular.
Sin embargo, este Ayuntamiento si se ha reunido con los vecinos, no por iniciativa propia; sino todo lo contrario, por la insistencia de los propios vecinos después de varios desplantes del propio alcalde.
En este encuentro, Pascual (a criterio de AGADEN) engañó a los vecinos al comentarle que estaba dando los pasos oportunos para que los camiones en su entrada y salida utilicen una vía pecuaria y no la única calle del núcleo rural de Marchenilla.
Es evidente que los engañó, pues una vía pecuaria no puede ser usada para estos usos; al menos no sin haber cubierto un duro expediente de autorización y con el correspondiente deslinde y amojonamiento. Algo que puede durar años.
Para AGADEN, este engaño tiene un claro intento de dividir a la población en la piña que han formado contra el proyecto.
Y, sobre todo, teniendo en cuenta que esta tardanza que puede tener una autorización de vía pecuaria, contrasta con la rapidez con la que se está llevando a cabo el proceso por parte del Ayuntamiento.
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