Leído en malagahoy.es. Por su interés reproducimos esta noticia.
Carlos J. García
Más de cuatro horas necesitaron ayer los Bomberos de Ronda para rescatar a un joven de 20 años, de nacionalidad sueca, que se precipitó entre las rocas del fondo del Tajo de Ronda "mientras hacía senderismo", explicaron fuentes del Consorcio de Bomberos de la zona occidental. Los hechos ocurrieron en torno a las 12.00, cuando se recibió una llamada de socorro. Eran algunos compañeros del turista accidentado, que le acompañaban en su arriesgada aventura, los que advirtieron de la caída de su compañero. "No sabemos cómo pudieron llegar hasta allí, puesto que es un camino perdido en una zona muy difícil y peligrosa", relataron las citadas fuentes.
Pasó una hora hasta que los efectivos de rescate accedieron a la zona en la que se encontraba el joven, con un desnivel de más de 40 metros. El senderista accidentado contó a los Bomberos que había resbalado tras intentar sortear una balsa de agua. En la caída "tuvo la suerte de no precipitarse más abajo", dijo ayer uno de los responsables de atenderlo.
El joven, que había sufrido un duro golpe en la cabeza, llegó a perder el conocimiento, pero después fue él mismo quien indicó a los Bomberos y los sanitarios que estaba bien, "aunque no sentía uno de sus brazos".
Por ello, uno de los médicos desplazados hasta el lugar del accidente, temiendo una posible lesión de columna, desaconsejó el traslado a pie del accidentado por las vías propuestas por los Bomberos, una de ellas el cauce del río Guadalevín, en el fondo del precipicio. Se hizo necesaria, así, la intervención de un helicóptero del grupo de rescate de rápida intervención (GREA), que pudo sacar al joven del Tajo pasadas las 16.30. Fue trasladado al Hospital de la Serranía de Ronda. En el rescate participó un dispositivo integrado por seis bomberos, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local y una dotación médica.
Pasó una hora hasta que los efectivos de rescate accedieron a la zona en la que se encontraba el joven, con un desnivel de más de 40 metros. El senderista accidentado contó a los Bomberos que había resbalado tras intentar sortear una balsa de agua. En la caída "tuvo la suerte de no precipitarse más abajo", dijo ayer uno de los responsables de atenderlo.
El joven, que había sufrido un duro golpe en la cabeza, llegó a perder el conocimiento, pero después fue él mismo quien indicó a los Bomberos y los sanitarios que estaba bien, "aunque no sentía uno de sus brazos".
Por ello, uno de los médicos desplazados hasta el lugar del accidente, temiendo una posible lesión de columna, desaconsejó el traslado a pie del accidentado por las vías propuestas por los Bomberos, una de ellas el cauce del río Guadalevín, en el fondo del precipicio. Se hizo necesaria, así, la intervención de un helicóptero del grupo de rescate de rápida intervención (GREA), que pudo sacar al joven del Tajo pasadas las 16.30. Fue trasladado al Hospital de la Serranía de Ronda. En el rescate participó un dispositivo integrado por seis bomberos, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local y una dotación médica.
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