lunes, 28 de octubre de 2024

"El arte de mostrar y de demostrar la verdad y la bondad de nuestras convicciones", por José Antonio Hernández Guerrero

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El arte de mostrar y de demostrar la verdad y la bondad de nuestras convicciones   

José Ángel Gascón
Manual de Argumentación
El ámbito de lo razonable

Madrid, Plaza y Valdés, 2024

La argumentación, ese arte y esa técnica pluridisciplinares que se estudian desde diferentes perspectivas y en diversas asignaturas como la Dialéctica, la Lógica, la Epistemología, la Retórica, la Ética, la Psicología y la Lingüística, constituye en esta obra una actualizada y documentada explicación que, en mi opinión, además de profunda, es práctica. Puede resultar útil a los profesionales de la palabra: a los políticos, profesores, comunicadores y escritores que usan los diferentes lenguajes para transmitir mensajes y, a mi juicio, también, a los demás ciudadanos destinatarios de los argumentos y de las explicaciones que pretenden mostrar y demostrar “verdades” teóricas o hacer “propuestas” prácticas.    

Recordemos que en Grecia comenzaron a elaborar “argumentos” cuando los representantes de los ciudadanos asumieron que ya no valía repetir los mitos y cuando advirtieron la necesidad de demostrar sus propuestas para solucionar los problemas de los ciudadanos. Así empezó la Democracia –el arte de participar-, la Filosofía –el arte de pensar- y la Retórica- el arte de hablar-.

Como todos sabemos, el empleo de argumentos adecuadamente formulados es imprescindible para discutir y para acordar las soluciones de los problemas comunes. Si ya Sócrates, Platón y Aristóteles explicaron que argumentar era el procedimiento razonable y eficaz para solucionar los problemas de la sociedad, en la actualidad, aún resulta más necesario para evitar que identifiquemos esa actividad “compleja e imprescindible”, ese “ámbito de lo razonable”, con otras tareas, también necesarias, pero diferentes como, por ejemplo, la “información”, la “publicidad” y la “propaganda”. Este manual constituye, a mi juicio, un instrumento valioso para que los diferentes profesionales desarrollen las destrezas de argumentar, de defender y de refutar propuestas y, también para que nosotros, los destinatarios, aprendamos a interpretar, valorar, aceptar o rechazar las argumentaciones.    

Si, por su amplitud, profundidad y rigor, es una herramienta apta para los profesionales de los discursos y para los estudiantes de las diferentes disciplinas de la comunicación, estoy convencido de que, por su claridad, por su actualidad y por su importancia, es –puede ser- una ayuda para todos los que desean interpretar y valorar los mensajes que recibimos por todos los cauces de comunicación e incluso para mejorar nuestras destrezas en las conversaciones y discusiones con los compañeros y con los amigos. 

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4 comentarios:

El zorro dijo...

Sólo hay una verdad absoluta: que la "verdad es una mentira" porque nace de las bocas de los seres humanos.

Anónimo dijo...

Verdad

Anónimo dijo...

¿Como la verdad absoluta que vd., dice Sr. Zorro?
¿O usted también entra en ese saco?
¿No cree usted que puede/n haber ser/es humano/s que no miente/n nunca?
Pues yo creo que algunos–muchos dieron hasta su vida por no mentir.

Anónimo dijo...

"muchos dieron hasta su vida por no mentir".
Qué alguien muera por defender su verdad, no quiere decir que no haya sido un mentiroso en su vida.