Un nuevo podcast del profesor Hernández, cargados como sus artículos, de conocimiento y sabiduría para entender y disfrutar la vida.
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7 comentarios:
Anónimo
dijo...
Para usted Don José Antonio, como a todos los sampableños y residentes les deseo, que la bendición del Señor que hoy renace y que la alegría de ser hijos, os acompañe en estas fiestas. Que de Felicidad, amor, paz, salud y un poquito de prosperidad esté repleto el año venidero-
Si, efectivamente -y correteo por los artículos y temas varios de la página-, soy y somos unos virus creados para hacer daño y exterminar, no sé si los otros virus -tan insignificantes ellos-, sabrán, como nosotros, hacer el amor 💘 y amar, estimar y querer, ordenar y respetar, hablar y escuchar...; pero lo que si sabemos hacer es la guerra colectiva o individual ¡si, la enemistad es una forma de guerra y el discutir un conflicto!, pero no el coloquio, que yo sepa los virus no son coloquiales, pero lo que no se puede negar es que sin verse a simple vista sepan tanto de mutar y de progresar. Confianza. Los científicos son nuestros mejores soldados, tal como los literatos científicos de la palabra, y este señor es la prueba, que la palabra puede ser un virus o una medicina, y él, es un buen científico de la voz bien dicha y de la palabra exacta culta o común, pero también del alma que delata su voz católica. Y si, si viene al caso, porque denotan sus palabras de la calle, que es un científico desde lo más ínfimo hasta lo más grande y alto de nuestra lengua, un amplio vocabulario para los estrados del pueblo y para las catedrales de la literatura: una literatura que todos entendemos (y lo digo una vez más o tres mil), porque odio lo que nadie entiende o solo en parte, y ¡ojo, que es un científico...! Pero al él lo entendemos todo hable o escriba. Creo más en la raíz del pulso que en el puño del tiempo versado ¡Pues vaya!
Eres -querida anónima o querido anónimo- generoso/a y, sobre todo, amable, digno/a de amor, de respeto y de gratitud. Tus palabras -muy bien dichas y escritas- son estimulantes porque me animan para que siga acompañado y acompañando. Gracias y gracias. Un abrazo. José Antonio
Bolas en un árbol, espumillón en un cuadro o un Papá Noel colgado de un balcón sólo, no definen para mí el auténtico espíritu de la Navidad. La sensación de la Navidad debe ir precedida por meses de amor, compasión, y ayuda a los más débiles, únicamente así conseguiremos graduarnos como buenas personas q merecemos disfrutar de la auténtica Navidad y nacimiento de Cristo en Belén. Lo contrario, como nuestro amigo José Antonio nos dice, es todo superficialidad, aparentar por un día q queremos al pobre de la esquina o visitar a un conocido, amigo o familiar enfermo y desearle una pronta recuperación y una feliz Navidad una vez al año es incluso hipocresía y demostración de lo q realmente guarda nuestro corazón. Así pues con los años que llevamos viviendo tan cercanos a una muerte improvisada, tenemos deudas atrasadas q pagar a nuestro prójimo que no sólo está ahí durante éstas semanas, sino durante todo el año. Muchas felicidades querido profesor.
Gracias a ti, querido amigo. Tienes mucha, muchísima razón. Y, ahora, te cuento una confidencia: lo que escribo no son confesiones de mis comportamientos sino, simplemente, mis deseos de ser un poquito mejor en mis relaciones con las personas próximas o lejanas a las que respeto y quiero. Es una manera de dar las gracias. Un abrazo, querido amigo, José Antonio
7 comentarios:
Para usted Don José Antonio, como a todos los sampableños y residentes les deseo, que la bendición del Señor que hoy renace y que la alegría de ser hijos, os acompañe en estas fiestas.
Que de Felicidad, amor, paz, salud y un poquito de prosperidad esté repleto el año venidero-
Son los deseos de
Antonio.- El niño de El Corchado.
Un abrazo fuerte, querido Niño, querido amigo, querido hermano. Que disfrutes con toda tu familia y con los amigos. José Antonio
Si, efectivamente -y correteo por los artículos y temas varios de la página-, soy y somos unos virus creados para hacer daño y exterminar, no sé si los otros virus -tan insignificantes ellos-, sabrán, como nosotros, hacer el amor 💘 y amar, estimar y querer, ordenar y respetar, hablar y escuchar...; pero lo que si sabemos hacer es la guerra colectiva o individual ¡si, la enemistad es una forma de guerra y el discutir un conflicto!, pero no el coloquio, que yo sepa los virus no son coloquiales, pero lo que no se puede negar es que sin verse a simple vista sepan tanto de mutar y de progresar. Confianza. Los científicos son nuestros mejores soldados, tal como los literatos científicos de la palabra, y este señor es la prueba, que la palabra puede ser un virus o una medicina, y él, es un buen científico de la voz bien dicha y de la palabra exacta culta o común, pero también del alma que delata su voz católica.
Y si, si viene al caso, porque denotan sus palabras de la calle, que es un científico desde lo más ínfimo hasta lo más grande y alto de nuestra lengua, un amplio vocabulario para los estrados del pueblo y para las catedrales de la literatura: una literatura que todos entendemos (y lo digo una vez más o tres mil), porque odio lo que nadie entiende o solo en parte, y ¡ojo, que es un científico...! Pero al él lo entendemos todo hable o escriba.
Creo más en la raíz del pulso que en el puño del tiempo versado ¡Pues vaya!
Cuánto aprendo de tus palabras. Un placer escucharte . Un fuerte abrazo
Eres -querida anónima o querido anónimo- generoso/a y, sobre todo, amable, digno/a de amor, de respeto y de gratitud. Tus palabras -muy bien dichas y escritas- son estimulantes porque me animan para que siga acompañado y acompañando. Gracias y gracias. Un abrazo. José Antonio
Bolas en un árbol, espumillón en un cuadro o un Papá Noel colgado de un balcón sólo, no definen para mí el auténtico espíritu de la Navidad. La sensación de la Navidad debe ir precedida por meses de amor, compasión, y ayuda a los más débiles, únicamente así conseguiremos graduarnos como buenas personas q merecemos disfrutar de la auténtica Navidad y nacimiento de Cristo en Belén. Lo contrario, como nuestro amigo José Antonio nos dice, es todo superficialidad, aparentar por un día q queremos al pobre de la esquina o visitar a un conocido, amigo o familiar enfermo y desearle una pronta recuperación y una feliz Navidad una vez al año es incluso hipocresía y demostración de lo q realmente guarda nuestro corazón. Así pues con los años que llevamos viviendo tan cercanos a una muerte improvisada, tenemos deudas atrasadas q pagar a nuestro prójimo que no sólo está ahí durante éstas semanas, sino durante todo el año. Muchas felicidades querido profesor.
Gracias a ti, querido amigo. Tienes mucha, muchísima razón. Y, ahora, te cuento una confidencia: lo que escribo no son confesiones de mis comportamientos sino, simplemente, mis deseos de ser un poquito mejor en mis relaciones con las personas próximas o lejanas a las que respeto y quiero. Es una manera de dar las gracias. Un abrazo, querido amigo, José Antonio
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