EL RELOJ
En tu pueblo hay un reloj
que nada más fabricarlo
a las diez treinta se paró.
Marca el tres su secundero
y la hora, según quien la mire,
la admire, estire o revire.
¡Pero no estires niño,
al dormido ocho de junio
que nació con su hermano:
"el hambre de medio siglo"
su ida hermana la guerra
y este sifón empobrecido".
Es de arcilla y de arena
de cemento y de amor
con un lamento de pena.
Canta desde una torre
de ladrillo y de sifón
y nadie nunca oyó su voz.
Agua de canal es su cofre
café y viejos su visión
y una fea alberca su madre.
Madre tan vieja como él
es la alberca un estorbo
y eco de niños a tropel.
El mil novecientos cincuenta
fue rencor sin pan ni escuelas
con leña, sifón y piedras:
y el transformador de la luz
-cerca de una casa iglesia-
leche en polvo y sin salud.
Fachadas frente a un recreo
rodillas y cruz de libros
de un inocente griterío.
Fue el apoyo del anciano
la pelliza y su caricia
y El Águila humo que husmeaba:
a viajantes de los trenes
al humo de la máquina
y al traquetear de los raíles.
Todo menos monumento
es el sifón con su reloj
y con sus parches de cemento.
Duro como dictadura
ahí sigue él vigilando
a cada generación futura:
a los trenes y a la Garganta
al polideportivo y a niños
y al paseantes con un guiño.
Ves? Llegó la democracia
tantos muertos para eso
equilibrio de la naturaleza.
Huele, tal "meao" de perros
y nunca se quejará de cara
a la Casa de la Cultura.
Se recomienda sin peros
a la alcaldía de Jimena
como un monolito al riego.
Y sin riesgo es fuerte y feo
y a los ojos no hace daño
pues por él no pasan años.
En mi pueblo hay un reloj
que nada más fabricarlo
a las diez treinta se paró.
¿Sabes tú y el buceiteño
donde está este monumento
tan bonito y sampableño?
Es prismático el sifón
de refilón se ve a diario
a la misma hora y al reloj.
En nuestro pueblo hay un reloj
que nada más en-lucirlo
su albañil lo escacharró.
Es valiente y es osado
y solo teme a un ciclón
o a un porro mata sifón.
Muy orgulloso él de ser
un sifón-reloj-monunento
y demócrata dictador:
sampableño por buen ver
y buceiteño por nacer
en un paraíso sin crecer.
La medalla del trabajo
le van a dar sin pensión
al desconchado sifón:
por tener reloj en paro
al agua corriendo y subiendo
y la misma cara que antaño.
Él nunca tuvo un reparo
ni contratiempo alguno
pese a ser muy feo y viejo.
En tu pueblo vive un reloj
que nada más fabricarlo
a las diez treinta se paró.
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4 comentarios:
Grandioso y muy elocuente. Una joya de poema lleno de recuerdos dignos para enriquecer la historia de este nuestro pueblo, que mamamos desde la niñez y que, precisamente, directa o indirectamente con lo que el poema cuenta sobre la posguerra, emigramos posteriormente, por necesidad, a otras regiones españolas, donde desde niiño o adolescentes, aún permanecemos echando mucho menos (pese al drama familiar) nuestra inocencia, nuestra viva niñez, tan diferente después, y que hoy nos la rememora como los mejores y más inolvidables momentos de eso que nunca más se disfrutará.
Gracias Cristóbal Pipeta, Moreno y Pipeta, Romero y aunque Chorlo, nuevamente Pipeta, me has alegrado el día tan lejano de ahi y tan cercano a mi corazón. Gracias y regracias... FRM
Cuantas verdades, cuánta poesia, cuanta historia y cuánta vida pasada y presente.
Muy bonita
Este es, Cristóbal “El Pipeta”
sampableño-buiceteño
de prosa y versos es el dueño,
buen escritor y mejor poeta.
Un saludo y mis respetos.
Un bonito poema Cristóbal
Enhorabuena es muy bueno.
Aunque la verdad yo no me acordaba del sifón yo no recordaba si estaba o no .
Muy bonito, un abrazo de tu amigo.
M.R.J.
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