TRES ESTRELLAS
Como estrellas brillaremos en estas Navidades de dos mil veinte estrellas
y el año se esconderá avergonzado por carecer de fluorescencia.
Y brillarán como luceros los alfajores en el albor de los candiles,
que saborean ansiosos entre barrotes los enmascarados ojeadores.
Nieve dulce de polvorones lloverá en el paladar sin gusto ni olfato
de seis comensales enjaulados en su propio hogar.
Dudosos se multiplicarán, por si acaso, millones de mantecados con el sésamo
o el ajonjolí, que pegados van, al gusto de añejas costumbres culinarias.
Por las ventanas miraremos a las estrellas “desinvirusfectadas” y serán…,
-serán de ellas-, la fría luna: la más sana, la más bella y la más seria!
Y brillaremos más con la vacuna achocolatada de los bombones rebosados de amado gusto,
que con las estrellas bordadas en las mascarillas, loteras de la salud.
Muchos amores, separados de sus corazones regocijados, soñarán orates despiertos y perdidos
con el beso de su gente, los viejos fantasmas del castillo y su estrella de mazapán.
Estrellas, ¡estrellitas…!, del Parque de los Alcornocales, manjar de madroños y bellotas,
verdes espejos del Campo de Gibraltar, y de la bella historia que pecha, repecha y navega.
Alegrarán, a las tristes Navidades, bailarinas zambombas de astil de caña, pita y cuero, y, diversas sonajas de chapas que acompasarán libres al almirez, gañán de anisados villancicos.
Sonrojan, las chispeantes chimeneas estrelladas, al alma fenicia de este pueblo, museo de teja
vieja que apareja, por sus empinadas callejuelas enrejadas, al aire bordado del arriero.
Y entre sus montañas, tres estrellas se acicalan luminosas con la blanca cal de sus pueblos albos; romanos y morunos se lavaron la cara con el rocío que besan sus ríos de mil lenguas.
Jimena es el municipio, que con San Pablo en Buceite y Los Ángeles en la Estación, vibran con su frontera entre castillos malagueños y gaditanos donde se refleja el mar bajo las estrellas.
Tres pueblos que rememoran a tres luceros entre infinidad de estrellas, que muy bellos brillan corteses como camperos afables, más en la tierra, que en el cielo un millón de ellas.
Estrellas melosas…!ay!, majestuosas, celosas están ellas entre todas las del universo, celosas…, porque no son las únicas estrellas enamoradas del cielo!.
Celosas están… ¡si!, porque en la Tierra también hay una estrella que se apellida Frontera:
¡Jimena…, bella, muy bella, la más bella, la más hermosa, la que más destella!.
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Foto de la Pastoral Amigos de los Ángeles en el Belén Viviente de San Pablo de Buceite 2019.
1 comentario:
Bello poema de muy interna musicalidad y ritmo, libre como el aire entre las almenas de nuestro bonito castillo, y muy en su lugar con estos tiempos de pandemia con las fiestas coartadas, y de unas venideras navidades adornada solo con la estrella del castillo y bombillas que asemejarán estrellas. Navidades pobres de fiestas escasas y cohibidas, se nos acercará con mucha luminosidad en sus calles, con el coco escondiéndose entre los desobedientes, negligentes e incrédulos de la vida real.
Esta Jimenata de pura cepa te agradece tu navideña aportación.
Muchas gracias, gracias y gracias, y me lo voy a aprender de memoria por su interés de identidad literaria, histórica y real.
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