"La educación libertaria", por Gabriel Meléndez Muñoz

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LA EDUCACIÓN LIBERTARIA

Desde la filosofía de los pensadores anarquistas, se considera a las escuelas libertarias como una herramienta clave y fundamental para el cambio social. La cuestión es el cambio de los valores de la sociedad actual, para la búsqueda y construcción de una sociedad igualitaria, justa, participativa, solidaria, responsable y, ante todo, libre. 

Actualmente hay muchas escuelas enmarcadas dentro de la educación libre, y aunque no todas se consideran como un movimiento anarquista, sí que comparten unos principios pedagógicos comunes. ¿Cuáles serían los principios básicos de las escuelas libertarias? La libertad, límites, convivencia, el respeto hacia el ser y demás seres y la naturaleza, el aprendizaje vivencial y espiritual, y la asamblea.

Cuando se habla de libertad en estas escuelas, se hace en referencia a una libertad responsable como en la toma de decisiones sobre su persona en función a sus necesidades, pero teniendo siempre muy en cuenta las necesidades de los demás, sin olvidar el compromiso con el colectivo. En el día tras día esto se traduce en que las niñas y niños tengan la libertad de movimiento por todos los espacios de la escuela, como acceso a todos los materiales y el poder elegir sus actividades y las experiencias en función a sus intereses. 

El objetivo es acabar con el fracaso escolar para que las futuras generaciones puedan desarrollar todo su potencial, y una vez en edades de la adolescencia, donde según estudiosos y científicos aseguran que en esa etapa es cuando más dudas tenemos los seres humanos, pues sea lo contrario, dando lugar al encuentro y al desarrollo de una verdadera vocación. Para ello hay que dejar al lado conceptos como la competitividad, el individualismo, etcétera. 

Conseguir un espacio seguro y comprensivo es de vital importancia para el desarrollo en libertad del niño o la niña. Por lo tanto, hablamos de límites de seguridad y de respeto hacia el espacio-entorno, los materiales y las otras personas. Por otro lado, los adultos deben respetar tanto los ritmos de aprendizaje, como sus ritmos biológicos y emocionales.

En estas escuelas suelen ser los propios niños y niñas los que establecen sus propias normas para una buena convivencia. Sabemos que la educación se articula a través de la convivencia e interacción con otras personas. Por eso es importante el aprendizaje en cuanto a construir relaciones personales, ya que al mismo tiempo esto se traduce como un canal propio de la educación y una finalidad en sí misma, porque una de las necesidades básicas del ser humano es la de respetar, valorar y amar como el sentirse valorado, respetado y amado por los demás. 

Las distintas profesiones y ocupaciones no deben ser ni unas más ni otras menos, esto para empezar, ya que, al fin al cabo, todas son necesarias para un equilibrio en el desarrollo de nuestra sociedad, ya sea en la producción, elaboración, transportación, trabajos de administración, todo lo relacionado con la construcción (carpintería, electricidad, fontanería y todas las demás) ingenierías..., agricultura, ganadería...

Echando un vistazo y leyendo sobre el funcionamiento de muchas escuelas libertarias o de enseñanza libre, me fijo que en ellas son importantes una zona jardín con sus plantas y árboles, mesas y sillas para la interacción al aire libre (siempre y cuando no llueva o haga mucho frío), columpios, hamacas, estructuras de madera-troncos de diversas formas, y a poder ser una pista para realizar deportes, entre otras. Esto en cuanto al exterior. Ya en el interior pues además de las aulas, cuentan con zonas de lectoescritura junto al aprendizaje matemático, zonas de cuentos, además de arte, música y una sala de concentración para los más mayores con materiales sobre áreas de conocimiento ya más avanzadas.

En estas escuelas la asamblea es el órgano de gestión para todas las personas del colectivo. Aquí los niños y niñas toman sus decisiones sobre el espacio, actividades incluso en las excursiones que se quieran hacer, donde expresan sus necesidades a los acompañantes y al grupo para así resolver sus conflictos a través de su asamblea. ¿Por qué es importante el concepto de la asamblea? Para el aprendizaje de saber llegar a un encuentro o punto en común. Aunque las asambleas puedan parecer un método de trabajo lento, en ellas siempre se permite la escucha de todas las voces del colectivo.

Se puede hablar y mucho sobre diferentes métodos en la educación-enseñanza de los seres humanos, pero desde mi humilde opinión, todas las que vayan encaminadas o en contra del sistema educativo actual bien halladas sean. De los treinta y uno de la promoción en la que estuve en automoción, mecanizado industrial y electricidad, creo que son tres o cuatro los que trabajan en lo que estudiamos, los otros veintisiete u veintiocho nos dedicamos a otra cosa.

Quiero hacer constar que esto es el fruto de muchas fuentes e información, tanto lo expuesto aquí, como en artículos anteriores. Con esto os digo que no es algo que me haya salido a mí de la manga o ideado personalmente, si no, es algo más bien a raíz del conocimiento adquirido tras la lectura de temas, cuestiones que considero de un cierto interés general.