martes, 7 de abril de 2020

"Saborear y rumiar en la familia la palabra de Dios", por José Antonio Hernández Guerrero

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Saborear y rumiar en familia la Palabra de Dios

Mercedes Lozano/Álvaro Gómez-Ferrer (eds.)
Oración en familia.
Para familias y pequeñas comunidades
Madrid, PPC, 2019


Si es cierto que, en cualquier momento, la oración en familia es una práctica beneficiosa para la salud espiritual, en esta situación de “clausura” obligatoria en el hogar es especialmente oportuna, importante y necesaria para la convivencia durante todo el día. Esta circunstancia, al mismo tiempo que nos ofrece mayores facilidades para relacionarnos y para compartir experiencias, nos permite dedicar más tiempo a escuchar la Palabra de Dios y a unir nuestros sentimientos y nuestras palabras para alabar, dar gracias y pedir ayudas.

Este libro, que es una revisión actualizada de aquel otro que publicó Manuel Iceta en 1979, presenta unos esquemas prácticos y proporciona unas ideas valiosas para “celebrar” los momentos de oración como encuentros familiares “festivos”. Tras un explicación clara del método, traza unas orientadoras pistas para penetrar en nuestro interior y para compartir vivencias de fe, para orientarnos en el camino de acercamiento a Dios a través de la unión de los padres, los hijos y los hermanos.

Como nos dicen sus editores, Mercedes Lozano y Álvaro Gómez-Ferrer, el libro es para la familia un instrumento de fe y de comunión y una ocasión para saborear y rumiar en lo profundo la Palabra de Dios, para, reunidos, robustecer y para conformar la vida con sus designios. Explican cómo sus veinticinco esquemas de oración fueron las respuestas, los hallazgos, los regalos y las gracias que les hizo el sacerdote marianista Manolo Iceta. Les han servido para facilitarles la oración, acompañados de sus hijos Mercedes, Natalia, Álvaro y Guillermo que, respectivamente, tenían 13, 12, 8 y 4 años. En reuniones periódicas, cada uno se encargaba de una tarea como, por ejemplo, hacer la lectura, preparar la música, copiar las letras, elegir el lugar…

Partiendo del supuesto fundamental de que la unión con Dios no es mera actividad individual sino una acción de Iglesia, el autor nos ofrece unos instrumentos útiles para facilitar la tarea de “prefigurar la familia del futuro, la que recogerá lo esencial, lo que no pasa; pero es nuevo cada día, como nuevo es el amor, como nuevo es el buen Dios, para quienes le aman cada día”.  Como es natural, las oraciones están inspiradas en las palabras, en los gestos y en la vida de Jesús de Nazaret, en la historia viva del Evangelio que hemos de repetir los cristianos.
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3 comentarios:

E. Alonso dijo...

la fe y el sentimiento espiritual son cuestiones individuales y como mucho, en su entorno familiar.

En el Estado de Alarma que vivimos, en una situación de estrés, desasosiego y de angustia y con miedo, aprovechar para predicar la palabra de Dios en estos momentos que vivimos, es algo que no está bien, eso es aprovecharse de las circunstancias y el miedo del momento que sufrimos.

Usted solo hace propaganda de unos libros de oración religiosa e invita a la oración,eso no es malo pero se puede animar otro, y el siguiente puede venir diciendo que lo que estamos viviendo es un castigo divino.

Dios nos ha mandado 7 plagas para castigarnos por nuestros pecados.

1ª.- Un cambio climático. Habrá sequías e inundaciones.
2ª.- Subirá las aguas del mar inundando toda la tierra.
3ª.- Morirán todos los abuelos. (En la que estamos)
4ª.- El hambre y la pobreza recorrerá el mundo.
5ª.- El hombre será el lobo del hombre.
6ª.- Nación tras nación arderá y del cielo caerá una lluvia radiactiva.
7ª.- Esta vez no habrá arca de Noé y la raza humana desaparecerá.

¡Arrepentiros!¡Dejad de investigar! ¡Solo en Dios está vuestra salvación!¡Rezar, rezar!.

Si algún iluminado viniera con estas tonterias, más de uno se las creería y eso es peligroso en estos momentos en que vivimos.

Dejad a Dios tranquilo en el alma o celebro de cada uno. Ahora es el momento de poner en marcha lo que nos diferencia de los animales. Que no es otra cosa que la inteligencia. Esta es la que nos ha sacado siempre de las penalidades y enfermedades.
Aquellos que quieran rezar que lo hagan, pero las misas en las terrazas y sermones "iluminatis", dejarlo para luego, cuando salgamos de esta situación.

Anónimo dijo...

Una especie animal tambien gasta su inteligencia sino no llevarian cientos de miles de años sobreviviendo en la tierra, a lo mejor los menos inteligentes somos nosotros que encima hacemos que se extingan especies por no cuidar la tierra.

Anónimo dijo...

Después de este comentario ¿es más de izquierdas Enrique Alonso?