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LA SOLEDAD A VECES ES UNA PESADA CARGA
La soledad a veces es una pesada carga, pero hace tan sólo unas pocas horas era un opción libre. Ahora se nos ha exigido que abandonemos la vida en comunidad y nadie nos había preparado para ello.
Esta crisis, antes o después, nos va a poner frente al espejo de lo que somos y de lo que valemos.
Nuestros peores miedos están por venir. No hemos aprendido de China y de Italia.
El miedo nos lleva a dar lo peor de nosotros mismos, omite el razonamiento y nos induce a cabalgar obcecados, hacia un horizonte desconocido en que creemos que todo puede pasar, aunque nada sabemos de cierto.
Es un temor atávico, que está implantado en nuestro ADN proveniente de las combinaciones de miles de antepasados que vivieron sus propias pesadillas y nos la han dejado a lo largo de la historia.
El mismo temor sentido por las civilizaciones antiguas ante los dioses vengativos a los que se dedicaban sacrificios; que llevó a quemar mujeres en Europa acusándolos de brujas; el que condenó al aislamiento a afectados por la peste o a los leprosos; o estigmatiza a cristianos, musulmanes, a negros, a judíos, a gitanos, a los discrepantes...
Yo lo tuve delante una vez, el miedo a lo que no se ve, que llevó a algunos a señalarme como causante de un mal, que merecía que me colgasen del palo mayor en la plaza pública, me estoy refiriendo a las obras del Trasvase del río Guadiaro, que ha quedado demostrado no ha causado tal mal.
La frontera entre el miedo y la frialdad puede ser muy tenue. Transponerla es peligroso.
Algún sector de la oposición no quiere ver que es imprescindible huir de la confrontación y dar paso al ejercicio de la política como servicio público.
No es hora de cruzar imputaciones sino de trabajar codo con codo, incluso de comparecer públicamente unidos, para erradicar el miedo, que poco a poco, se nos está inoculando. El pasado viernes me resultó patético contemplar a la Pta de la Comunidad de Madrid o al Pte de la Junta de Andalucía, lanzar reproches al Pte del Gobierno y ayer las declaraciones de Casado parecían no tener en cuenta el drama que se está desarrollando.
Lo único que puede agravar la situación es el miedo.
6 comentarios:
Sr. Carracao, en efecto, es el momento de hacer unión y entre todos, ayudar a salir de esta crisis de salud que nos afecta a toda la Humanidad. También es imprescindible el apoyo total al equipo del Gobierno Municipal en estos dífíciles momentos, de los que no tenemos precedentes.
Osea, cuando le toca al psoe pedimos que no haya críticas, que se trabaje codo con codo,etc. Cuando le tocó al pp (crisis del ébola) no había problema en criticarlos,pedir dimisiones, etc y el único muerto fue un perro. La ley del embudo, como siempre.
Jimenato por un rato.
Al que hay que apoyar es al gobierno de España que es quien tiene la responsabilidad de tomar decisiones.
El ayuntamiento tiene en este grave caso poco que hacer salvo obedecer las instrucciones que le lleguen.
Los mercenarios se juegan la vida cada segundo sabiendo que les pueden colgar del palo mayor, pero superan ese miedo cuando al final de cada mes, reciben cuantiosos dinero que los demás mortales no lo reciben.
El único miedo es el miedo al hambre y a la muerte, comparar este miedo a realizar oposiciones para senador es penoso y ridículo.
PELOTA. NO MUERDAS LA MANO QUE EN SU DÍA TE DIO DE COMER.
La memoria suele fallarle al politico que suele hacer lo contrario que predica y pide para él lo que no daba en el pasado.
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