Leído en el Diario de Cádiz. Por su interés reproducimos este artículo.
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En esta ocasión, parto del supuesto de que la Universidad, además de ser el espacio privilegiado para la investigación científica y para la formación de educadores, ha de proporcionar las herramientas para el aprendizaje de las habilidades creativas. Si aceptamos que éste es uno de los objetivos irrenunciables, llegaremos a la conclusión de que los planes de estudio han incluir el conocimiento teórico y práctico de la creatividad y de la innovación como disciplinas transversales.
En esta ocasión, parto del supuesto de que la Universidad, además de ser el espacio privilegiado para la investigación científica y para la formación de educadores, ha de proporcionar las herramientas para el aprendizaje de las habilidades creativas. Si aceptamos que éste es uno de los objetivos irrenunciables, llegaremos a la conclusión de que los planes de estudio han incluir el conocimiento teórico y práctico de la creatividad y de la innovación como disciplinas transversales.
Desde diferentes ángulos ideológicos escuchamos voces de profesores y de investigadores que se lamentan de que la enseñanza superior continúa observando ciertas reglas aparentemente inmutables que, como por ejemplo, la división en facultades, ya no responden a necesidades objetivas del progreso de los conocimientos. Cada vez son más los analistas y los estudiosos de pedagogía que exigen la eliminación de métodos anticuados y su sustitución por otras formas didácticas que preparen a los jóvenes de hoy para que solucionen los problemas de mañana.
En mi opinión, hemos de seguir preguntándonos permanentemente cuál será el lugar de nuestros alumnos en la futura sociedad y, en consecuencia, cómo se han de preparar para esa nueva vida condicionada por las revoluciones científicas y técnicas que están enlazadas con la transformación de las diversas esferas de la actividad humana y con el puesto que desempeñarán en las diferentes y nuevas profesiones.
Si aceptamos que, en la medida de lo posible, hemos de entrenar a los alumnos para las tareas y para las responsabilidades que les aguardan, la enseñanza superior deberá esforzarse para descubrir y diseñar los papeles que desempeñarán en ese futuro en el que los cambios serán rápidos y las evoluciones permanentes. Por su parte, los alumnos tendrán que asumir que, durante toda su vida, deberán adaptarse a las sucesivas modificaciones de los conocimientos, de la profesión y la sociedad en la que se han de integrar y a la que han de servir.
Esta exigencia ineludible de la vida actual determina que, en vez de cargar el acento sobre unas informaciones que son, necesariamente, limitadas, tendremos que cuidar más las destrezas de analizar, de comprender, de asimilar, de articular los conocimientos y de manejar con soltura las relaciones entre lo concreto y lo abstracto, lo general y lo particular, lo necesario y lo urgente. En resumen la Universidad actual ha de proporcionar, además de información y de ciencia, la formación humana integral y la sabiduría práctica, la capacidad de analizar críticamente y de razonar sabiamente para plantearse y resolver problemas nuevos en situaciones inéditas o, en otras palabras, la perspicacia crítica, la sensibilidad ética y el compromiso social para intervenir, de una manera eficiente, justa y solidaria, en un mundo cambiante.
4 comentarios:
Aprovecho este espacio, querido director, para darte las gracias por un periódico su hace posible el milagro de convivir con vosotros: de sentir y consentir con vuestros episodios, de conversar con tantas personas a las que tanto afecto les profeso. Un abrazo, amigo Bernardo
Gracias a ti padre Hernández por publicar en buceite.com, y así delitarnos semanalmente con la maestría de sus escritos.
Te estoy personalmente muy agradecido, y en nombre de los lectores también te doy las gracias.
Un abrazo.
Bernardo Medina.
Bernardo todo lo ha dicho,
agradece tus escritos
en su nombre y también
en el de miles de lectores
que, aunque no hagan comentarios
leen siempre sus artículos
Y qué poder añadir
a tal agradecimiento,
ni que poder comentar
que no sea el alabar
al escritor que nos regala
sin falta cada semana, paz
y alimento para el espíritu.
Gracias, un abrazo y mi respeto.
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09.08.16
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Antonio. -El niño del Corchado-
Vamos a ver cuándo tenemos la oportunidad de reunirnos allí todos los que leemos este periódico, vehiculo de comunicación, vinculo de unión y espacio de conversación de todos los sampableños. Otro abrazo. José Antonio
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