Hace pocas fechas, escuche no recuerdo a quién que dos hechos han sido los que más de acuerdo han puesto a los españoles en nuestra historia reciente. Uno el gol de Iniesta y el segundo la canción Macarena.
Debo confesar les que la segunda opción no va conmigo, ya que mi relación con la susodicha canción se puede catalogar de muy negativa. ¿Cómo puede ser?, se preguntaran como una canción que se han vendido más de catorce millones de copias, que ha sido la composición musical en español con mayor número de ventas de toda la historia.
El ex presidente Bill Clinton la utilizó para su segunda campaña electoral, que en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, el equipo de gimnasia de los Estados Unidos la empleó para su coreografía, traducida a un montón de idiomas y escuchada en los cinco continentes, algo gordo ha debido pasar. Pues si les cuento.
En la primavera de 1994 salió al mercado, de inmediato comenzó a escucharse por todas la emisoras de radio. Con motivo de la Feria de Tesorillo de ese mismo año finales de Mayo principios de Junio, un vendedor ambulante de las antiguas cintas de casetes, se instaló a la entrada del ferial, justo donde tres noches tuve que prestar servicio regulando el tráfico desde las 23 horas hasta aproximadamente las cuatro de la madrugada.
El buen señor se las ingenió para que la canción sonara sin interrupción, finalizaba y comenzaba a sonar de inmediato. Se imaginan lo que es estar oyendo tres o cuatro horas seguidas. Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es pa’darle alegría y cosa buena y lo que sigue. Así una cien, mil veces………………., comprenderán que terminé de Macarena hasta arriba, para mis adentros pensaba, esto se puede aplicar a una película de cine negro y emplearlo como modo de tortura.
Con tantas veces como pude oírla saque las siguientes conclusiones. La tal Macarena no era un modelo de fidelidad, ya que aprovecho la jura de bandera de su novio de apellido Vitorino, para dársela con dos amigos, no tenía bastante la criatura con uno sino con dos, viciosilla la muchacha. Además amante de los lujos y las riquezas, ya que le gustan los veranos de Marbella y las movidas guerrilleras, toma ya.
No contenta con ello, sueña con el corte inglés, se compra los modelos más modernos, le gustaría vivir en Nueva York y por último” ligar un novio nuevo”, vamos una joyita.
En resumen Macarena es la nuera que ningún suegro quisiéramos tener. Reconozco la importancia y la transcendencia que ha tenido esa pieza musical, pero seguro que comprenderán que a un servidor de ustedes, solo oír los primeros compases se me erice la piel.
8 comentarios:
Es que tu eres un poli muy serio, en esa época se daba uno una vueltecita, se tomaba sus copitas sus tapitas, pero tu te echastes sobre la caseta del vendedor de cintas toda la noche, así claro. Vaya trola que nos cuentas. Si te hubieras ido al lado del tren de la muerte hubieras oído unas rumbitas. O si te hubieras pasado por la caseta de la juventud que es donde estaba el jaleo hubieras oido A, Bonnie Tyler o los Communards o quizás los Cranberries (eh-EH, eh-EH oh-OH), o el Saturday Night.
Anónimo de las 9:38. Muchas gracias por leer mi artículo.
Al primer comentario. Llamas mentiroso a Pacurro, como minimo eres ignorante.Pacurro se ha ganado el respeto y cariño de todos o casi todos los tesorilleros, una persona dialogante, dispuesto para hacer un favor, honesto y no miente .Haz la prueba ven a Tesorillo y pregunta de diez persona nueve te hablaran bien de el.
Eres grande Pacurro!! Todos los comentarios enriquecen
Buen escrito, si señor, entretenido y curioso, en Jimena, en el Barrio Arriba, también tiene lectores que le siguen.
Quien ha dicho que sea mentiroso?, el primer comentario dice que no se movió de donde estaba la música en toda la noche.
A ver anonimo de las 9:15. El primer comentario dice que vaya trola que nos cuenta. Trola a mi corto entender es mentira.Por eso he dicho que lo llama mentiroso.
Hace ya cincuenta años
llegué a la capital
para pasar unos días
y un amigo me invitó
a una caseta de feria
de una conocida peña,
en la que él era entonces
lo que hoy es, o le llaman
el Relaciones Públicas.
En la caseta debía estar
presente toda la noche
y yo, sentado en una mesa la pasé
a la que él, de vez en cuando venía.
Justo, al lado de la caseta
había un carromato,
de venta de ambulante
de unas dichosas hamburguesas,
con media docena de altavoces
a no sé cuántos decibelios,
que sin descanso decía:
-¡¡¡Hamburguesas Uranga¡¡¡
!!!Hamburguesas Uranga!!!
¡No se marche de la feria
sin catarla, sin probarla!
¡¡¡Hamburguesas Uranga!!!
¡¡¡Hamburguesas Uranga!!!
Que como bucle sin pausa
y sin descanso ni música,
otra vez recomenzaba.
Y eso yo lo soporté ocho horas,
Estuve yo muchos meses
que cuando me acostaba
en el silencio sin parar,
en la cabeza me retumbaba
¡¡¡Hamburguesas Uranga!!!
!!!Hamburguesas Uranga!!!
Tan harto y empachado salí,
que nunca una hamburguesa probé
y al pasar antes un local,
donde venden esa cosa
no sé si son ansias lo que me da
o que el estómago se me cierra.
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03.05.16
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Antonio.-El niño del Corchado-
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