"Hoy más que nunca necesitamos políticas del bien común y no del interés personal", por Gabriel Meléndez

Gabriel Meléndez es portavoz del SAT Jimena y candidato por Sí se puede.

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En primer lugar quiero enviar un saludo junto un fuerte abrazo para Guillermo Ruiz y su familia, a quien deseo una pronta recuperación. Cuando en política se antepone el interés personal al general, algo huele mal.  Tampoco estoy en contra de los empresarios ni me postulo en contra de su existencia, pero sí muestro mi disconformidad cuando al trabajador/a no se le respetan sus derechos y más cuando la patronal, gobierno de turno y sindicatos verticales acuerdan reformas laborales que machacan al trabajador mientras favorecen al empresario amiguete. También existen políticos asociados a especuladores, estos son los más peligrosos, capaces de hundir aun más si cabe al pueblo, a cambio de beneficiarse él y su amigo el especulador.


Es vergonzoso que con la situación de los desempleados, con familias pasando auténticas miserias, el gobierno central se permita acumular una deuda pública que no hace más que crecer, y que tanto PSOE y PP dieron su visto bueno para que los ciudadanos la pagáramos. Nos llevan a la crisis-estafa, nos obligan al pago de los derroches de la casta, a pagar sus caprichos y mariscadas, tarjetas black en los bolsillos de muchos políticos y sindicalistas (y de los mismos para variar). Hago un inciso sobre el gobierno anterior de la Junta de Andalucía, porqué fue una de las regiones europeas donde más recortes se llevaron a cabo, donde el extremo de pobreza está batiendo records, con cifras de desempleo en general y juvenil tercermundistas.

No queremos la Andalucía ni la Jimena del PER o planes de empleo.  No podemos conformarnos con eso, teniendo en cuenta la de posibilidades que nos brinda nuestro entorno. SÍ SE PUEDE, y siempre con voluntad política,  gestionar los recursos naturales, sol, biomasa, las materias silvícolas, corcha…  Recursos hay, solo es cuestión de llevar a cabo proyectos para la instalación de sociedades agrarias de transformación, del huerto solar, planta de biomasa…ectera… Debido al desmantelamiento industrial, en nuestro municipio se perdieron entre 350-400 empleos directos,  por lo que urge poner en marcha proyectos para la creación de trabajo e ir restando al lastre del desempleo. Si el vecino en paro tiene la oportunidad de trabajar en una futura empresa, cooperativa, sociedad agraria... a su misma vez podrá comprar en la tienda, podrá tomarse unas cervezas en el bar... siendo esto un círculo donde todos al final salimos beneficiados.

Este párrafo lo dedico a una cuestión, la bolsa de empleo municipal-mesa de contratación. Durante tiempo se  ha solicitado una bolsa de empleo justa y transparente, la bolsa de empleo existe, pero no la transparencia. En estos cuatros años se ha excluido a personas de su derecho a trabajar por la forma en que se han establecido los baremos. En esa mesa de contratación no se aceptó, ni dejaron participar y decidir a agentes sociales, dando lugar a la opacidad, pues en esas reuniones solo participan los portavoces de las agrupaciones políticas con representación en el ayuntamiento. Espero que en los siguientes cuatro años no veamos a tres miembros de una familia que en el mismo periodo de tiempo entran a trabajar, mientras  otras en riesgo de exclusión social se quedan sin optar a ello.

También espero que las propuestas que se envían al Ayuntamiento, los "registros de entrada", no queden sin contestar (yo guardo unas cuantas tanto de la extinta plataforma de parados como del Sindicato Andaluz de Trabajadores).

Propuestas como la gestión de los montes públicos, donde solicitamos un convenio-acuerdo entre la Junta y el ayuntamiento de Jimena para la creación de sociedades agrarias de transformación, es un paso vital para crear empleo. Otro paso importante es el cambio hacia un nuevo modelo energético. La instalación de una planta municipal de producción eléctrica a partir de biomasa junto con energía solar se muestra como la mejor alternativa energética. Razones de peso son el menor coste frente a una subestación eléctrica que se tendría que ceder a la compañía eléctrica para que luego nos vendieran la electricidad. Cuando la primera opción se quedaría como algo público o municipal, con otra ventaja más, la creación de empleo local que se genera.

Apostamos por la política de los hechos, de cumplir nuestra palabra. Las medias tintas en estos tiempos no sirven y para llegar al cambio, tenemos que poner fin a la política tradicional, la misma que nos ha llevado a conocer esta situación tan extrema.