ADVERTENCIA: A los/as, estirados, pijos, “fisnos”, modositos, puritanos, insinceros, beatones y similares. Se sugiere absténganse de leer el presente, ya que puede herir sus sensibilidades. Al resto espero y deseo que sea de su agrado.
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Días pasados un matrimonio amigo me hacía llegar un recorte de prensa donde se informaba que el Juzgado nº 1 de Violencia de Género de Valencia había condenado a un mes de multa a un hombre, porque en una discusión con su pareja soltó “una ruidosa ventosidad”. Según Su Señoría dicha situación menoscabó la autoestima y el honor de la pareja. Sin cuestionar la sentencia, pero según la prestigiosa revista Muy Interesante una persona normal suele producir unas 2.900 ventosidades al año y unas 220.00 a lo largo de su vida, si nos remitimos al veredicto más de uno estaríamos en Alcalá Meco, en una celda de máxima seguridad.Como dicen nuestros políticos cuando... les preguntan por un caso judicial que les afecta a su partido “No lo comparto pero acato y respeto la decisión de los tribunales” “po eso”. Ahora bien en el auto, El Juez no hace mención al pedo como tal, sino que le nombra con el eufemismo de ruidosa ventosidad. Eso y otros agravios, me hace romper una lanza por el denostado pedo (peo en andaluz).
Que ingratos somos con él. Si aparece cuando estamos solos su llegada es gratificante, cuanta satisfacción deja, sin embargo si estamos en compañía, le negamos, tratamos de ignorarle como si no hubiese existido. Sirva esto como ejemplo, una de las personas que me han hecho llegar el recorte de prensa, me cuenta que una vez en un ascensor viaja con otro individuo solo los dos, al manifestarse olorosamente el acompañante desconocido, le recriminó con educación la ventosidad, negándose de pleno. Resulta doloroso comprobar si en un grupo de personas un pedo se exterioriza aromáticamente en silencio, en vez de reconocerle le hacemos la vejación de identificarlo con el olor de cañerías.
¡Que injusticia ¡que humillación!, obviarte a ti que tanto bien haces, tú y tu primo el eructo no merecéis ese trato.
No eres tan simple como aparentas tienes tus cinco tiempos perfectamente marcados y definidos:
Tiempo 1º).INFLA; 2º) DESINFLA; 3º) APARTA PELOS; 4º) MÚSICA y Tiempo 5º). OLOR
Eres variopinto, de muchos estilos, entre las muchas diversidades destaco:
EL HONRADO: Se expele de una vez, ruidoso, huele mal y no se niega.
El CÓMICO: Suena agudamente y causa risa
PEDITOS: También llamados avellanas, pequeños de escasa duración, salen en ristra como los ajos
CUESCOS: Blandos, agudos y suelen dejar huella en los calzoncillos
ACUÁTICOS: Los que nos tiramos en la bañera
INVERNAL: Lo hacemos cuando estamos bien tapaditos en la cama, metemos la cabeza debajo de las mantas y nos lo tragamos entero
EL SENIL: Suelen tirárselos las viejas cuando están en misa, tosen para disimular.
EL CONSCIENTE: Procedemos cuando estamos solos, levantamos la nalga y ZAS.
La diversidad es mucho mayor pero no quiero cansar.
A ti querido Pedo, en señal de desagravio quiere dedicarte esta Oda, aunque no sea creación mía, la suscribo de principio a fin.
Alguien me preguntó,
¿Qué es un pedo?
y yo le contesté muy quedo:
el pedo es un pedo,
con cuerpo de aire y corazón de viento.
El pedo es como un alma en pena,
que a veces sopla,
que a veces truena.
Es como el agua que se desliza,
con mucha fuerza, con mucha prisa.
El pedo es como la nube que va volando,
y por donde pasa va fumigando.
El pedo es vida,
el pedo es muerte,
y tiene algo que nos divierte.
El pedo gime, el pedo llora,
el pedo es aire, el pedo es ruido,
y a veces sale por un descuido.
El pedo es fuerte, es imponente,
pues se los tira toda la gente.
En este mundo un pedo es vida,
porque hasta el Papa bien se lo tira.
Hay pedos cultos e ignorantes,
los hay adultos, también infantes,
hay pedos gordos, hay pedos flacos,
según el diámetro de los tacos.
Hay pedos tristes, los hay risueños,
según el gusto que tiene el dueño.
Si un día algún pedo toca tu puerta,
no se la cierres, déjala abierta.
Deja que sople, deja que gire,
a ver si hay alguien que lo respire.
También los pedos son educados,
pues se los tiran los licenciados.
El pedo tiene algo monstruoso,
pues si lo aguantas te lleva al pozo.
Este poema se ha terminado,
con tanto pedo que me he tirado.
4 comentarios:
Sin comentarios
¡Joder!, con lo fácil que es decir: "que todos los presos quieren libertad, o que..., es mejor perder a un amigo que a una tripa". ¡¡No ha formado ruido -Pacurro- por un dichoso pedo, que encima, se le ha escapado a un burro...!!
Que mal me huele estoooooooooooo.
Buscando en el baúl de los recuerdos,
baúl que está todo horadado
por donde se han ido cayendo
los recuerdos a puñados,
a este que iba saliendo
por los pelos, lo he atrincado
y a pesar de haberlo ya publicado,
no recuerdo si en un blog
o en algún otro diario,
me permito el insertarlo
por creer que, viene a cuento.
¡Cuánto se ha dicho y se ha escrito,
sobre la ventosidad sin ruido.
a lo que aquí, no sé por qué,
se le suele llamar “Cuesco”,
Los de la montaña un “Follón”,
Y en la planicie “Un degollao o un peo ”
Pero que en todas las partes,
Aquí como en la Conchinchina,
es un “Pedo con Sordina”.
Durante mi larga vida
He vivido situaciones,
Sin ruido, sin avisos
y si, con muy malos olores,
cuando alguno, suelta de gases.
El último ha sido en el metro,
en un vagón más que repleto.
Alguien se fue de vareta
con alevosía, y en silencio,
como a cañería olía.
Hubo quien pinzó su nariz
apretándola con dos dedos,
Otros nariz y boca taparon,
con el guante o un pañuelo.
Aunque movían las cabezas,
nadie decía ni pío.
Hasta que un jovenzuelo,
con la nariz tapada dijo:
-¡Joope! ¡Hiede que amarga!
¡Vaya que, apestoso cuesco!
Yo le respondí muy serio:
-Chaval, despéjate la nariz,
si tú respiras tu parte,
nos descarga a los demás,
así tocamos a menos,
y el mal olor pasa antes.
No ha nevado, no ha llovido,
y mucho calor hoy hace.
Con un poquito de humor,
mis saludos y, buenas tardes.
01 marzo 2011
AenC. 21.09.16
01 marzo 2011
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