lunes, 20 de octubre de 2014

"Ausencia", por Salvador Delgado Moya

Tu camino es de sentido único. Te fuiste.
Te fuiste y ni siquiera miraste hacia atrás, ni un leve giro de cabeza. Obcecado en un propósito que seguro, tu no anhelabas.

Me has desquebrajado. Metiste el dolor hasta el último rincón de mi alma y mi cuerpo. Esto no es propio de ti.
¿Quién es el juez que manipula el dolor?. Con tu ausencia me has sentenciado.
Dicen que fuiste a la llamada de la luz, y yo sin embargo, tragaba lágrimas amargas en la penumbra, provocando un trance, buscando la nada en el infinito.

Si me querías, ¿porqué te fuiste?, ¿qué hago con el amor que te debo?. Quise disolver tu falta en lloros, quise mezclar tu ausencia con tu recuerdo, quise crear tu persona, tu olor, tu risa, tu sonrisa, quise encontrar tu esencia y el aroma que se desvaneció...
Volaste alto, muy alto, como si quisieras escapar, y yo, viéndote como te marchabas con el propósito de no regresar.
¡No es justo!, ¡no lo es!.
Dicen que es posible vivir si te falta algo físico de tu cuerpo, pero por culpa de tu carencia, no se vive, se malvive. Se malvive cuando te falta la persona que hizo que mi vida fuese plena, la que ves fotografiado, inmortalizado, y a la que jamás podrás hablar, abrazar, tocar, acariciar,...
¿Por qué demonios te fuiste?. ¿Por qué causas ese enfrentamiento fratricida entre sístole y diástole en mi corazón?. Como un caballo desbocado, sin saber a dónde va y porque va, dándome grandes dosis de locura.
Te llevaré flores a tu estancia. Flores que germinaron con el ímpetu de tu amor y que ahora riego con lágrimas no deseadas.
¡Te extraño!. ¡Dios, como te extraño!. Fuiste, eres y serás un lunar en mi alma, un tatuaje imborrable, una herida no cicatrizada, un volcán latente y un fuego imposible de apagar.
Intentaré ser feliz. Ese fue tu propósito mientras estuviste en esta vida.
Amor, anhelo, alegría y añoranza. Nunca serás un punto y aparte en el libro de mi vida, serás un punto y seguido, porque aún quedan pendientes muchos capítulos, muchos contextos, muchos versos, muchas frases y muchas palabras.
¿Quién portaba ese puñal que me atravesó las entrañas y me llegó al alma?. De una sola trayectoria, letal, provocando un dolor inhumano e imposible de olvidar y cuantificar.
Cambiaste la vida sin avisar. Te apeaste en una estación sin retorno, como una estrella fugaz, como una cometa que vuela a su libre albedrío.
Fuiste mi manantial, mi floración, mi calor, mis risas, mis lágrimas, mi respiración... fuiste mi vida... y ahora eres mi ausencia.
A TODOS ES@S PADRES,MADRES, HIJ@S, ESPOS@S, ABUEL@S, AMIG@S, FAMIALIARES Y CONOCID@S QUE SE LLEVARON SU VIDA Y NOS DEJARON SU RECUERDO.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Vacío queda en el alma,
cuando alguien se nos va
que no lo puede llenar
ni, el llegar de otra persona
ni con ninguna otra cosa.
Al que se llevan, o se va
el vacío que nos deja
en el alma es,
una parcelita desierta,
que ya siempre estará yerma,
dónde, nunca crecerá la hierba
y, ni una flor nunca tendrá,
porque cada día se riega
con las lágrimas saladas
que se vierten al llorar.
.
21.04.16 14:30 p.m.
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Antonio. –El niño del Corchado-