El alcalde de Benaoján desvía el cauce del río para hacer un concierto en un paraje protegido

Leído en ABC Andalucía. Por su interés reproducimos esta noticia.
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PABLO D. ALMOGUERA
La Guardia Civil abre diligencias contra el regidor de Benaoján, que fue noticia por fumar en los plenos
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En la foto el escenario para el concierto junto al dique que se ha realizado para ganar espacio al río
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El alcalde del municipio malagueño de Benaoján, Francisco Gómez, se siente cómodo en la polémica. Si tiempo atrás fue noticia por fumar en los plenos municipales, ahora es la Guardia Civil quien ha abierto diligencias por organizar un concierto en el paraje protegido de la Cueva del Gato. Una actividad cultural «reivindicativa» para la que se ha modificado el cauce de un río Guadares y se han realizado trabajos en una zona de máxima protección medioambiental. Un evento que no cuenta con la autorización de la Consejería de Medio Ambiente, algo que al regidor no le inquieta.

Las indagaciones del Instituto Armado, al que se han unido técnicos de la Agencia de Medio Ambiente del Gobierno autonómico, se iniciaron a raíz de la denuncia de un vecino, que alertaba de la actuación en este paraje de gran valor ecológico en un momento de alto riesgo de incendios.

Según distintas fuentes consultadas por ABC, estos últimos días se ha modificado el cauce del río Guadares tras fabricarse con piedras un pequeño dique que ha servido para liberar espacio e instalar un escenario donde está previsto que esta noche actúen cinco bandas de música.

Además, se han realizado trabajos de desbroce y se ha habilitado un acceso, ya que el puente que atraviesa el río se desplomó. «Ese paso puede resultar peligroso», apuntaron las citadas fuentes, que señalaron que se transitará por encima de una poza «con cinco metros de profundidad». Por la pasarela, además del público, que se estima en más de 200 personas, deberán pasar cinco bandas municipales —entre las que se están la del propio municipio, Arriate, Campillos y Ronda— con sus correspondientes instrumentos.

A pesar de estas cuestiones, el mayor riesgo del que alertan los expertos consultados es la posibilidad de que se pueda producir un incendio o altercados en un lugar de especial protección medio ambiental.

La Cueva del Gato, ubicada en la Sierra de Grazalema, está considerada un monumento natural y alberga importantes pinturas rupestres y una de las colonias de murciélagos más importantes. A esto hay que sumar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

Las distintas fuentes señalaron a este periódico que la Consejería de Medio Ambiente envió ayer un escrito al alcalde del municipio negando la autorización para la realización del evento, aunque Francisco Gómez afirmó que no había recibido dicho documento. Una circunstancia que, no obstante, no iba a alterar sus planes; ya que reiteró a este periódico que el concierto se celebrará «sí o sí».

Fuentes cercanas al caso apuntaron que, además de supuestas infracciones medioambientales, si se celebra el concierto sin la aprobación de la Junta, Gómez podría estar incurriendo en prevaricación.

El regidor explicó que contaba con el permiso de la Subdelegación del Gobierno y que la actuación era el colofón de un ciclo cultural que en su última cita ha querido impregnar de un aire reivindicativo. «La Junta de Andalucía tiene abandonada la Cueva del Gato y es necesario ponerla en valor», reclamó, para después asegurar que «asumo» cualquier sanción o actuación judicial porque que no le estoy haciendo ningún daño a nadie».

El alcalde, que sí reconoció tener constancia de que se había presentado una denuncia en la Guardia Civil, matizó la acusación de que se haya desviado el cauce del río Guadares para hacer sitio al escenario —como se aprecia en las fotografías— y afirmó que lo que se había hecho era acondicionar la zona y limpiarla para evitar posibles incendios. Incluso manifestó que en este trabajo colaboraron agentes de Medio Ambiente de la Junta, algo que negaron fuentes de esta Administración, que sí apuntaron que uno de estos profesionales estuvo el jueves en la zona «tomando nota» de lo que se estaba haciendo.

Francisco Gómez también salió al paso de las denuncias de que la pasarela instalada sobre el río era poco segura y declaró que está previsto un dispositivo de la Policía Local y la Guardia Civil para evitar problemas. De todas formas, señaló que si pasa algo «asumiré mi responsabilidad». Esperemos que no tenga que hacerlo.