"Carta a nuestro amigo José Mateo "El barbero", por Cristóbal Moreno "El Pipeta"

Cristóbal nos recuerda el legado deportivo de Mateo (del que hoy 29 de agosto hace cuatro años de su muerte) en un escrito epistolar lleno cariño, barberos y peluqueras, futbol de los sesenta y poesía.

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CARTA A NUESTRO AMIGO JOSÉ MATEO “EL BARBERO” 
Rte.- Club Deportivo San Pablo – “Las Viejas Glorias”

Querido amigo Mateo:

    Te escribimos esta carta a sabiendas de que no contestarás. Y no porque no quieras, sino por la inexistencia de correo directo desde el cielo a la Tierra. Hoy por hoy solo lo tienen los astronautas. Ahora bien, esta carta si que la recibirás ¡Seguro!, igual que nuestros rezos.
    Tu familia está bien. Tu esposa te echa mucho de menos, y desde que te fuiste “a la casa de todos” está muy apagada, sensible y decaída. No queremos verla así, queremos que se de cuenta de que al final todos los espíritus se unirán en un mundo paralelo que nuestros ojos no ven ni percibimos, pero intuimos que está ahí “oculto a nuestro conocimiento y a nuestra percepción: ultraterrenal; plus ultra, del más allá (más allá del más allá)”, y es ahí donde volveremos a encontrarnos, no con nuestro cuerpo, pero si con nuestra alma. Esto…, debe tranquilizarla.

 De tus hijas …, ¡qué te digo!, que están llenas de amor, y comparten con tu ausencia “la falta de tu inmenso cariño”; y se consuelan, y consuelan, con la creencia en que exista de verdad ese Dios y ese Cielo para llegar hasta ti cuando, finalmente, sean llamadas. Mientras tanto, viven con la lección verdadera de lo que fueron tus exactas, infinitas e inolvidables enseñanzas, que ahora, llevan siempre presente como talismán para afrontar la vida.

Tus vecinos te añoran muchísimo, especialmente tus clientes, a los que, al igual que pasó cuando nos dejó nuestro otro “barbero” Luis Medina (en la lógica división de clientela) y en que, su parte quedó perdida durante un tiempo, para, finalmente una gran mayoría irse contigo Mateo, y una minoría se desperdigó por las diferentes peluquerías de señoras.
   
    ¡No pudo ser lo mismo…, no era lo mismo, estaban acostumbrado a Mateo y a Luis, a peluquerías de hombres, a los “barberos”!.   
    Al final, por ley de vida, quedamos huérfanos de él y de ti. Si con la falta de él, que pasó a la historia, quedamos tocados (“Luis tenía prisa y se fue. Ya había escrito el libro de su vida – se ganó la eternidad, siendo alcalde de San Pablo y Buceite, escribiendo su nombre en hojas de plata-.”). Al faltar tú ya fue el desastre…, aún no hemos salido de esa incertidumbre en la que nos dejaste.

    Y…, como pasa con los buenos maestros, cuando estos desaparecen, otros quieren llenar su lugar, y algunos lo consiguen, incluso lo superan (aún no ha sido el caso): ocupan su hueco, pero no el halo dejado por su ausencia; ni el rasgo incandescente de su personalidad, eso es innato en cada persona y es irreemplazable.   
    Nuestro paisano Jacinto… ¡Si hombre…, “Alpargatillas”!, nos recogió durante un buen trecho, y el pueblo le aceptó bien, como profesional y como paisano, pero cayó enfermo y también nos abandonó. Su lugar lo ocupó otra persona que venía de fuera (“El novio de la “injertaora" (en andaluz: “hertaora”-pronunciándose con hache mora-)…”, pero se ha cansado y ya no tenemos peluquero de hombres. Menos mal que están las peluqueras: “¡Que lo mismo te hacen un moño que te recortan el bigote o te pegan el bisoñé!”.  ¿Qué quienes son?…, ¡si tú las conoces…!, nuestras paisanas: “María José”, “Inma” y “Fani”. Ellas nos tiran un capote a la hora de pelarnos, ¡y muy bien que lo hacen, nada que objetar…!, solo que echamos de menos aquellas discusiones de fútbol, de toros y de política. Ellas son más prudentes y comedidas en estos ámbitos y tienen otras conversaciones más de mujeres, por lo que,  nos vemos como un poco afeminados, acomplejados y fuera de lugar “¡como menos machos durante la espera y el pelado!, aunque mucho nos satisfagan las manos de ellas, que son… más suaves, sutiles, estimulantes y “afrodisíacas” que las de los hombres. Así que, ¡fíjate tú si os echamos de menos…!. ¡Ahora que pelar bien, si que pelan…, eeeh...!. A unos le gustarán más y a otros menos, pero eso es como todo…. ¡Y que nos perdonen lo de las manos, pero es inevitable, ¡bueno…, para algunos no…!

     “¡¡¡ Mateo…, Luis…, os podíais haber quedado uno al menos, no que os largasteis los dos sin consultarnos siquiera…!!!”.  

    Ahora estamos como perdidos… de “aquí pallá, y de allá pacá”, sin saber donde encontrar a otros Mateos o a otros Luis Medina.

    Bueno…, esto es para que veas que nos acordamos de todos nuestros amigos, en este caso de ti, que el próximo día 29 hace ya cuatro años que nos dejaste.

    ¿Cómo no nos vamos a acordar de ti, Mateo, si fuiste, junto con Paco Vargas, que ahí estará contigo, el precursor de nuestra valía como deportistas en el ámbito futbolístico? Y…, aunque solo alcanzáramos la meta de entretener a nuestro pueblo, para nosotros fue más que suficiente, porque supisteis hacernos sus primeras figuras, no hicisteis más sanos, más fuertes, más honrados, más discretos, más formales y más humanos de lo que, sin vosotros hubiéramos podido conseguir. Además de arrastrar tras del equipo a muchísimos paisanos y a la siguiente generación de jóvenes, que se hicieron (al no tener campo de fútbol y sí donde practicar el fútbol sala) muy buenos jugadores de “futbito” con muchísimos trofeo en su haber.

    Para nosotros y nuestros alevines, fue una era inolvidable; aunque ahora ya…, al menos para algunos de nosotros, eso se acabó: ¡no podemos ni con los … “calzones”!.
    Poco después de tu muerte, muy herida el alma de los familiares y amigos, y la mía propia (pues fuimos además vecinos de calle. Cuando murió mi abuelo Pedro ¿Recuerdas?, teniendo yo entre cuatro y cinco años, dormí en tu casa, en una cama -que fue la primera cama de lana en la que yo dormía- ¡una nube me pareció, cuando me hundía en ella) me senté melancólicamente a escribir y me salió siguiente soneto con estrambote:
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A NUESTRO MATEO “EL BARBERO”
    - Soneto con estrambote –
    Cristóbal Moreno “El Pipeta”
      Setiembre de 2009

Siento el ¡schick… schick! rápido de unas tijeras                    
que corta el aire al pasar por mis oídos;           
y mil pelillos que rozan mis orejas,               
y otros cuantos que se posan en mis ojos.           

Vuelan fino, por mis aires, sin tocarse,           
hasta otros que se apilan de blanco y negro;           
descienden suavemente hasta posarse           
y brilla el rubio, en el tapizado suelo.           

Era comedido, nuestro amigo Mateo,           
“El barbero”, que inyectó balón y sangre           
a una generación desde el pupitre.               
                           
Y mientras hacía su pelado campestre:                           
Mateo atizaba al fútbol  y a políticos,           
y los sacudía, como al pañuelo en el aire.           

Y en nombre de quien se quiera apuntar decimos:
“Las barberías no son iguales sin Luis, ni sin Mateo,
pues se convierten en peluquerías”.
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    Como te decía, al cumplirse en este mes (el día 29) cuatro años de tu fallecimiento, el equipo, tu equipo, pensó escribirte esta carta para tu satisfacción y el de tus familiares.

    Y me cargaron a mí con la responsabilidad (igual que cuando estaba entre los tres palos). Además te he dedicado un par de poemas e, igualmente, hemos rebuscado por los recovecos de nuestros álbumes, así como en raídos cajones y baúles: encontrando primeras fotografías de cuando tú y “Paco Vargas” os propusisteis hacernos deportistas y quitarnos de aquel mundo de drogas e insalubres vicios que comenzaba a florecer desde los recónditos dominios de Lucifer. Damos fe de que lo conseguisteis y os estamos eternamente agradecidos. Hubo capacidad para ordenar nuestros chips hacia el deporte del fútbol. Lo vivimos, lo disfrutamos y nos hizo ir prosperando psíquica y físicamente, salvándonos del alcohol, del porro, de la cocaína y de la heroína que tanto daño hicieron después - cuando ascendían la escalera desde el porro hasta las más peligrosas: cocaína, heroína y sus derivados; así como otras que comenzaron a pulular por nuestros ambientes y que, con nuestra educación psíquica y física supimos esquivar-. Por eso, el deporte, es tan importante y necesario, sea cual fuere. Aunque, por desgracia, nadie puede evitarlo al cien por cien, y siempre surgen excepciones hasta en los mejores atletas.

    Verás, que en algunas fotos, hay personas que te precedieron en ese obligado camino que es el de la muerte. Sabemos que les has buscado “en el mundo de las almas y les has hablado con el idioma universal de los espíritus. Sabemos que tú ya conoces el secreto mejor guardado de la vida y de la muerte. Sabes…, lo que nosotros no sabemos, y el porqué de haber sido llamados tan pronto”:
   
    He visto la muerte de cerca, de cerca.              
    Era tal como una mariposa negra.
    Con sus grandes alas refrescó mis sienes;
    mi cuerpo, que ardía, tembló de delicia,
    le tendí los brazos, pero ella, esquiva,
    fue a hundirse en la sombra compacta y sañuda.
    ¡Vamos a buscarla, vamos a buscarla!
    Mi sangre, de nuevo, torna a ser de llama.
    ¡Y yo necesito sentir la frescura
    que dan tus dos alas de gamuza negra!.   
       
FIEBRE de Raíz Salvaje, 1.922
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CUIDA A NUESTROS QUERUBINES
    Cristóbal Moreno “El Pipeta”
    Agosto de 2.013

Quién lo diría…, tan distinto hoy en día.       
Veo las fotos: ¡en las que tú moras…, Mateo!,       
las de blanco y negro, llenas de juventud.       
Y, por desgracia, hoy…, ¡No solo faltas tú, amigo!       

En dicha foto, con los brazos cruzados,       
sabiendo ya de antemano su destino,           
dos ángeles de Dios se cruzan el pecho               
Trujillo y José Antonio -la vida en ellos-.
                    
La foto y tu sombra queríais protegerlos    ,   
a una generación joven de sampableños:           
¡Adolescentes…, retando de frente al mundo,           
y al futuro, que con algunos pudo!.           

Futbolistas que golearían el paraíso
con la cruz que quema sus sendos abrazos
y en el cielo, ya juegan con los ángeles: 
Trujillo…, y José Antonio Álvarez              

Trujillo: el primero que se fue del mundo
en busca de su hermano que era mudo,               
y que un fatídico día se ahogó en el muro;   
buscaba… “hablar por él allá en el cielo”.

Le siguió: José Antonio Álvarez Nieto,       
amigo y  doctor de los animales,
y aquí…, amado por nuestros corazones
¡Ven, y cura al Edén;… un día, Dios le dijo!
       
Y ahora tú, nuestro peluquero amigo,
hace cuatro años, lleno de languidez,
te fuiste en busca de tus querubines
para allí entrenarles… a esperarnos.   

¡¡¡Nos dejaste solos a todos… ansiando!!!

Y pidiendo las cuatro pares de manos
manos, que desde pequeños nos raparon:
-Luis Medina y José Mateo- ¡Presentes…!,
en la fiel memoria de los sampableños.

¡Entrenadores y peluqueros de Dios…!
¡Abrazad a los puros de media vida
y hacednos un campo de llana nube
con nombres para la Buceiteña historia!.
(Puros de media vida = Los que murieron puros y jóvenes)

    Y ya para despedirnos, solo decirte que siempre estaremos en contacto contigo, al menos esta generación que tu acogiste; y así, mientras tanto, unos u otros, lanzaremos tu nombre al aire y tus recuerdos al Cosmos para que perduren hasta el infinito.

    Esta carta certifica tu diploma de entrenador, para que en San Pablo, tu pueblo, quedes titulado con el honor que te ganaste de su ciudadanía, el cariño de aquella juventud y el amor de tu familia.

    Hasta siempre Mateo:
   
    Los que te quieren: “Pupilos de tu equipo: ¡Uno para todos y todos para uno!

    C.D.S.P. 1.966-1.974

Por Cristóbal Moreno “El Pipeta".