Mural del colegio Cristo Rey. |
Yo, jornalero soy, como mi pueblo, de palabras sencillas, de los de bocadillo o el costo.
Hijo de San Pablo de Buceite, amigo y hermano de la vida, paisano de su gente,
de este valle y de su vientre, del néctar y de sus flores, del arado y la besana.
Emigrante si es necesario, a donde esté el salario,
sea peón o albañil, amante de la azada, del tractor o de la grada;
fontanero o electricista, o bien, agricultor de los del cítrico sudor.
Manos encallecidas que de vez en cuando se alzan al cielo, por si es oído,
porque aquí, su voz está siendo anulada, callada, engañada y maltratada.
Trabajador del brezo y de la cepa, de la corcha y de la seta;
de manos negras, alma limpia y corazón de jabato que araña el monte y la campiña,
para buscar el Euro sin descanso, entre la víbora y el brezo.
Arriero que llora y dormita sobre su bestia, el perro y el “hato”, y sueña:
en como cruzar de nuevo, a la otra orilla;
en aquella en la que hace poco, se que quedó el bienestar de la apariencia,
y que hoy, se ha esfumado con el vaivén de la vida, la corrupción y la política herida.
Paro, miseria y mentiras; evasión del capital.
Paraísos fiscales para las grandes fortunas; recortes para el trabajador y la clase media,
y empujones al pensionista, mientras a los de arriba,
no se les quita, porque son jamones de buena pinta.
Jornalero era, y ahora, pensionista, después de cuarenta años soltando la guita;
arrugando la frente, encorvando la espalda y acobardando el orgullo que ayer tenía.
Jornalero soy, de esta… España mía. Parado y rabioso.
Ambicioso del trabajo, de mi familia y del tajo… honrado.
¡Rabioso, por un tajo de cualquier pobre trabajo,
porque si no, perderé el paro y el pan de mi familia,
y por eso pierdo la honra y …. hasta rajo, que mis hijos están primero!.
¡Qué digo madre mía! ¿Es locura? ¡Nunca fui así!
¡No he de perder la cordura, ni la compostura!
¡Que muchos de nuestros abuelos perdieron la vida, por darnos dignidad!
¡Cárcel para los ladrones de tanta alcurnia, menos desigualdad!
Que si no, estaremos como antes, y vuelta a empezar.
Que yo soy un pobre jornalero, noble y sincero y solo quiero para mis semejantes,
salud, paz, trabajo y bienestar.
No quiero ser un jabato, arrinconado en un jaral.
Que si no, estaremos como antes, y vuelta a empezar.
4 comentarios:
Los comentarios son buenos, aunque sean críticos. La crítica es constructiva siempre que se haga con respeto y con buena voluntad, pues ello ayuda al autor a valorar su trabajo. Por tanto, sean negativas o positivas, las espero, agradeciendo vuestra participación.
Muchas gracias.
Cristóbal Moreno.
Tenía un arbol y un abuelo
patio grande y recovecos
azul cielo, plena luz .
Una bravía higuera
con su olor saludaba,
aromaba la llegada
y suavizaba el adios.
Había un cine de verano
y otro dentro de la casa,
huerto y aperos de labranza
mezclados a batiburrillo,
era el edén de un chiquillo
Adán de aquella mescolanza.
Había un muro y un canal,
un río de aguas pedregosas,
un pájaro como el de Poe
que mudo canto el devenir,
una estrella en las baldosas
en cuyo centro jugaba
y solitario conjugaba
los mimbres del porvenir.
Había niños a lo lejos,
el mundo estaba allá fuera,
yo persistía en mi esfera
inserto en un cuento añejo.
No volvere nunca,
sé bien de lo que hablo
y aunque marché hace mucho
nunca me fuí de San Pablo .
Hola Cristobal aunque no estoy en el pueblo leo todos tus poemas te felicito por ellos ya que me gustan bastante un beso de una sanpableña felicidades
Hola Cristobal aunque no estoy en el pueblo leo todos tus poemas te felicito por ellos ya que me gustan bastante un beso de una sanpableña felicidades
Publicar un comentario