jueves, 12 de noviembre de 2020

Tableros de Cazoletas. Un nuevo fenómeno del arte rupestre en las areniscas del Estrecho de Gibraltar en Marruecos, por Simón Blanco

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Por Simón Blanco Algarín, miembro de la Asociación para la Protección del Arte Sureño, APAS

Tableros de cazoletas. Un nuevo fenómeno rupestre en las areniscas del Estrecho de Gibraltar



Durante el siglo XX el arte rupestre en la orilla sur del estrecho ha sido un completo desconocido, básicamente por la falta de investigaciones que en esta materia caracterizan no solo a la parte africana, sino al global de esta región histórica que es el estrecho de Gibraltar.

Esta falta de interés, contrasta con la estratégica ubicación del estrecho y la gran densidad de abrigos pintados en ambas orillas, cuyo estudio conjunto contribuiría a determinar el grado de intercambio cultural durante la prehistoria.

No es hasta la segunda década del siglo XXI, cuando se han iniciado los hallazgos sistemáticos en la península Tingitina, foco rupestre vinculado al estrecho pero que a falta de más descubrimientos, está claramente diferenciado del corpus rupestre que conocemos en la orilla norte, el Arte Sureño, como puede deducirse de una temática donde predominan los motivos geométrico-abstractos junto a una escasísima presencia de elementos figurativos, entre los que cabe destacar un elemento significativo como son los jinetes del abrigo de Magara, marcador cultural que permite aventurar un desarrollo avanzado para estas manifestaciones durante el primer milenio antes de cristo, quedando encuadradas en la cultura amazigh del norte de África (Fig.1).


 
Fig1.- 1. Gran laja de arenisca donde se ubica el abrigo de Magara después del incendio de 2017; 2. Abrigo de Magara; 3 y 4. Representación de jinetes; 5. Procesión de jinetes y daños antrópicos.

Este territorio tangerino donde se localizan los hallazgos, está formado por colinas suaves y pequeñas sierras pertenecientes a la unidad geológica de las areniscas del Aljibe, que en las últimas décadas han ido quedando paulatinamente deforestadas por los incendios, la tala y el sobrepastoreo de sus alcornocales y que debido a la similitud biogeográfica entre ambas orillas, debería servirnos de aviso ante la falta de regeneración del alcornocal que padecen los parques naturales del Estrecho y los Alcornocales y las graves consecuencias que ya está provocando a nuestro medioambiente comarcal y al patrimonio rupestre al que da cobijo (Fig.2).


 
Fig2.- 1. Incendio verano 2017 desde el conjunto rupestre de Magara; 2. Desertización del alcornocal en el valle que alberga al abrigo de las Cazoletas II; 3 y 4: Bosque alcornocal muy degradado en el entorno del abrigo de las Cazoletas I.

En la primavera de 2019, tuve la oportunidad de colaborar en una nueva campaña de prospección de yacimientos rupestres llevada a cabo por el equipo de Cephesias Archaeological Project en la orilla sur del estrecho, proyecto liderado por el investigador Hamza Benattia, que colabora con el departamento de prehistoria de Barcelona en el estudio de las ocupaciones humanas de la edad del Bronce en el noroeste del Magreb, exploraciones que han proporcionado, no solo nuevos abrigos pintados sino la destacable presencia en seis de ellos, de unos grabados rupestres muy particulares que se denominan petroglifos de cazoletas (Fig.3).


 
Fig3.- 1. Vista panorámica del abrigo de las Cazoletas I; 2. Abrigo de las Cazoletas I; 3. Motivo antropomorfo; 4. Tablero del mancala con dos hileras de cazoletas formando una figura rectangular, existiendo alguna más que sería utilizada como depósito para las fichas que quedaban poco a poco fuera del juego.

Previamente, solo conocíamos este tipo de grabados asociados a un fenómeno cultural distinto, el megalitismo: estela de la necrópolis de los Algarbes en Tarifa y en los monolitos que rodean el túmulo de Mezora en Asilah, siendo en cambio desconocidos en los abrigos con manifestaciones rupestres del extremo sur ibérico, el Arte Sureño, pero presentando sin embargo una destacada presencia formal en los abrigos de esta área norteafricana por donde también se extienden las areniscas aljíbicas, fenómeno que redunda nuevamente en la singularidad de este territorio en el marco de las manifestaciones rupestres del estrecho de Gibraltar.

La tipología de estos grabados consiste en formas abstractas formadas por perforaciones semiesféricas de pequeño diámetro que son conocidas como “cazoletas”, que en el caso que nos ocupa, se agrupan formando sencillas disposiciones geométricas de tendencia principalmente rectangular pero también circular. Estas representaciones plásticas de distribución universal, fueron realizadas mediante la técnica del piqueteado y se localizan en el firme más o menos horizontal de los abrigos areniscosos, por lo que se encuentran descontextualizadas arqueológicamente pero vinculadas en la mayoría de los estudios con distintos momentos protohistóricos, alcanzando en casos como el nuestro cronologías históricas, como podría ser la ejecución de tableros del mancala muy vinculados al mundo árabe o el alquerque, antecedente este último de nuestro juego de damas. (Fig.4).


 Fig4.- 1: Abrigo de las Cazoletas II; 2. Tablero de juego de cazoletas, (alquerque de III o conocido más popularmente por “tres en raya”); 3 y 4: Originales tableros de juego con agrupaciones circulares de cazoletas con un paralelo en el basamento pétreo de la ermita románica de Santa Catalina de Hinojosa (Guadalajara).

En cuanto a otra posible funcionalidad para estas cazoletas, de no ser simples tableros de juegos pastoriles, las líneas de interpretación son de lo más diversas debido al carácter polisémico de las mismas, oscilando entre un posible sentido práctico como marcadores territoriales o contenedores para líquidos hasta fines desconocidos de origen ritual o simbólico. Evidentemente, esta comunicación no está en condiciones de dar respuestas a un enigma de trascendencia internacional, sino de dar a conocer la existencia de estos grabados en nuestra región para que su estudio permita documentar la magnitud de este fenómeno y la relación que mantiene con los distintos emplazamientos rupestres, productivos y geográficos locales que nos permita discernir su significado real y contribuir de esta manera a arrojar luz sobre el apasionante mundo de los petroglifos de cazoletas.

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