"Enhorabuena, Pepe", por José Antonio Hernández Guerrero

Enhorabuena –querido amigo Pepe- por haber alcanzado, de esa manera tan saludable, la meta intermedia de los setenta años.

Comprobarás cómo, ahora, empieza la época en la que recogerás los frutos maduros y saborearás los jugos nutritivos de las experiencias más fecundas y gratificantes de tu existencia. A partir de este momento, germinarán todas esas semillas que has ido sembrando paciente y hábilmente en la niñez y  que has cultivado durante la juventud y madurez.

Pero te advierto –querido Pepe- que éste también sigue siendo el tiempo del crecimiento. A partir de ahora podrás aprobar esas asignaturas de la vida que, por falta de tiempo, es posible que aún las tengas pendientes.

Éste es el mejor momento para apreciar el valor de las cosas y, sobre todo, de las personas que te rodean.

Te ruego que, por favor, nunca olvides que quien conserva la facultad de seguir aprendiendo, los deseos de contemplar la belleza y,  sobre todo, la facultad de amar, nunca envejece.

Un abrazo.

José Antonio