martes, 5 de abril de 2016

"Evolución de los recordatorios de Primera Comunión", por Cristóbal Moreno "El Pipeta"

Estando próximo el día 07 de mayo, día de comunión, que como los años anteriores, éste la tomarán y celebrarán 9 niños de esta población, que han sido minuciosamente preparados por catequistas y el párroco de la localidad durante dos años consecutivos (en adelante durante tres años), he creído conveniente mostrar con recordatorios hallados en mis archivos familiares la evolución de tales estampas o recordatorios, sintiendo la pérdida de todos aquellos que con total seguridad se puedan haber perdido.

Previo al próximo año, todo aquel que lo desee, podría ir entregando al autor de este artículo, los recordatorios de cualquier año, por antiguo que sea, para publicarlos y con ello quedan coleccionados para la historia de nuestro pueblo.

Repito que mayormente se trata de mostrar exclusivamente la evolución de tales recordatorios a través del tiempo. Especialmente las celebradas en San Pablo de Buceite en cualquier fecha. Aunque se abrirá igualmente un apartado para los residentes que las hicieron en otras poblaciones. Hasta
ahora la más antigua que tenemos es de 1.953.

No se publican más este año ante la tardanza y la premura de mi idea, demasiado próxima ya,a la mencionada comunión del día que se menciona.

Hay algunos, que son  piezas de museo para este pueblo, pues el primero de ellos data de hace casi 63 años (1.953). Lástima de la falta del segundo apellido, al igual que otros, el cual me gustaría saber, pero es seguro que alguien lo recordará. Ojalá surjan fechas anteriores.
---
-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien Cristóbal, hay que ir creando identidad para este pueblo. Todas las ideas, todos los nombres que se recuperen no se los llevará el viento, pues de esta y otras formas pervivirán en la historia de San Pablo de Buceite y siempre serán recordados. Buscaré en mis cajones y te mandaré las famosas estampitas o recordatorios de comunión que encuentre. Espero que hagas un buen álbum para ampliar el iniciado en este artículo.
Muchas gracias por tus colaboraciones, por tus ideas, por tus poemas y por todos tus artículos literarios, en especial, por ser el caso, todos aquellos que conciernen a la historia del pueblo y nuestros ancestros.

IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS: Aplicado a entidades colectivas (etnias, nacionalidades), identificar
a un pueblo sería, en este primer sentido, señalar ciertas notas
duraderas que permitan reconocerlo frente a los demás, tales como:
territorio ocupado, composición demográfica, lengua, instituciones
sociales, rasgos culturales e historia reconocida . Establecer su unidad a través del tiempo
remitiría a su memoria histórica y a la persistencia de sus mitos fundadores.
Son las dos operaciones que hace un etnólogo o un historiador
cuando trata de identificar a un pueblo. La singularidad de
una comunidad puede expresarse así en un conjunto de enunciados
descriptivos de notas discernibles en él desde fuera. Sin embargo,
esos enunciados no bastan para expresar lo que un miembro de ese
pueblo entiende por su “identidad”, en un segundo nivel de significado.

Anónimo dijo...

Guardo los recuerdos intactos
de cuando tenía cinco años,
para sorpresas de muchos fue,
cuando la Primera Comunión yo hice.
No estaba aún escolarizado
y cuando los niños salían
del grupo escolar algunas tardes,
en fila de dos hacia la iglesia,
frente del colegio yo vivía,
en la fila me metía
y con ellos a Catequesis asistía,
así pasó, casi un año.
Una tarde del mes de mayo,
los niños de mis vecinos
venía todos contentos,
ya que habían aprobado,
para poder ”hacer” la comunión
el Examen del Catecismo,
salí corriendo hacia la iglesia
y entré como un ciclón a la sacristía
el Cura Párroco me preguntó
-¿Qué te trae por aquí Antoñillo?
Yo le respondí asfixiado
-Que vengo a examinarme de Catecismo
-Eres todavía muy chiquitillo, respondió
La Señorita Catequista me echó un cable
Diciendo que, a la catequesis,
todo el año había asistido
que estaba yo más preparado
que todos los niños que al examen
me habían precedido.
Me paró el cura asombrado
diciendo. Basta, basta,
cuando de carretilla
yo le había soltado de un tirón
medio catecismo del Padre Ripalda.
El cura me dijo que:
A pesar de tener tan poca edad,
podía tomar la Comunión,
y que el sábado por la noche
mi padre a la iglesia me acompañara
para que yo pudiera confesarme.
Volví a casa, y a nadie dije nada.
El sábado después de cenar
dije a mi padre que viniera conmigo
a la iglesia que me tenía que confesar
Mi madre que tenía en casa un taller
donde varias jóvenes costurera cosían
soltaron al unísono
una enorme carcajada, y una dijo:
¿Cómo quieres hacer la Comunión
si todavía eres un… comino?
Comencé a llorar con desconsuelo,
que pronto pasó a ser rabieta,
mi padre me agarró de la mano
y pronto estuvimos en la iglesia.
El cura dijo que me confesara,
que por la mañana también comulgaría.
Me confesé en el confesionario,
arrodillado frente al cura.
Y todavía yo me pregunto
¿Con solamente cinco añitos
qué tendría yo que qué purgar?
¡De qué me confesaría?
Cuando volvimos a casa,
mi madre más que nerviosa
ya que tenía no vestimenta preparada
y entre ella y las costureras,
durante la noche
de retales me hicieron,
un pantaloncito azul
y una camisita blanca
Un lazo de comunión
que una vecina prestó
lo prendieron en la manga.
Yo comulgué en misa de ocho
con los demás niños y niñas
No hubo, ni fotógrafos, ni fotos,
ni tan siquiera una estampa
escritas a mano al dorso
que el día de la Comunión
más tarde recordara.
En el salón de Acción católica
nos dieron a cada uno,
un tazón de chocolate
y un mostachón dorado
que por encima tenía mucho azúcar.
La señorita catequista,
como recuerdo del evento
a cada uno regaló,
una lámina litografiada en color,
imitación de un pergamino.
Donde a un cáliz dorado,
una gran Sagrada Forma coronaba,
rodeado de racimos de uva
y de dos manojos de espigas de trigo.
En el margen inferior litografiado decía:
RECUERDO
DE LA PRIMERA COMUNIÓN
Del niño/a
–Nombre, apellidos, fecha y lugar
Rotulado en negro a plumilla
en artística gótica caligrafía.

Cristóbal: Llevo varios días
revolviendo en el trastero,
tratando de encontrar el pergamino
que mis padres en su tiempo
habían enmarcado con cariño.
Por más que he rebuscado
no lo encuentro,
para enviarle a Vd por CE una copia.
Probablemente se ha extraviado
en alguno de los cambios de domicilios
al igual que se han perdido otras cosas.