domingo, 20 de septiembre de 2015

"Gracias", por José Antonio Hernández Guerrero

Al poner fin a estas reflexiones -elementales e incompletas- sobre algunos de los valores que, a mi juicio, hemos de cultivar para lograr ese “nuevo humanismo” demandado por algunos sectores de la sociedad actual, me limito, simplemente, a daros las “gracias”. Esta palabra, biensonante y grata, posee amplios, variados y ricos significados. Si para los creyentes designa ese regalo que nos hace hijos de Dios y que, por lo tanto, constituye el fundamento de una profunda fraternidad, a todos los demás hablantes nos sirve para expresar nuestra respuesta cordial por los favores y por las atenciones recibidos. Es una de las expresiones que más contribuyen a aumentar el bienestar personal, familiar y social. 

Os doy las gracias, en primer lugar, a los responsables de esas páginas Web que me han regalado -de manera “gratis y graciosa”- la posibilidad de dirigirme a vosotros, mis los lectores. Creedme, por favor, si os confieso que habéis sido vosotros –alumnos, compañeros y amigos- los que, con vuestras estimulantes preguntas, con vuestras agudas críticas y con vuestros atinados comentarios, me habéis señalado los asuntos y, a veces, hasta me habéis dictado las palabras. Gracias.

A partir de hoy, todos -vosotros y yo- descansaremos, durante unas cortas semanas, de estos rollos tan teóricos y tan pesados, pero, tras unas breves vacaciones, reflexionaremos, por ejemplo, sobre “Las claves del bien-estar”. Un tema que, sugerido por muchos de vosotros, está relacionado con el “bien-ser”, con el “bien-pensar” y con el “bien-sentir”, y, de una manera más concreta, es un asunto que tiene mucho que ver con las cuestiones que más nos preocupan como, por ejemplo, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, los dolores y con los placeres, la familia y los amigos, la riqueza y la pobreza. Un abrazo cordial y agradecido.

1 comentario:

Cristóbal Moreno dijo...

Al llegar al "Gracias" ya estaba yo un poco mosqueado y algo asustado por lo que hasta el momento había leído, y en mi cabeza no paraba de sonar una voz repetitiva que me decía: "¡este hombre nos deja, este hombre se ha cansado de nosotros y se nos va!, ¿¡qué bicho le habrá picado...!?, pues por la edad no es, ya que aunque la cumpla, por ser inevitable, viejo ni lo es ni lo será nunca".
Pero..., al comenzar a leer su último apartado, pude respirar por fin y una gran tranquilidad me invadió: ¡ah, bueno, es un lapsus, un punto y aparte para comenzar con otros temas..., seguiremos aprendiendo con sus lecciones!.
Si aprendiendo, porque cada bloque,cada tema es una gran lección de filosofía y literatura, amena y sencilla de leer y comprender por cualquiera medianamente culturizado. Da de lado el tecnicismo culto y lo hace extensible y entendible a todo tipo de lectores, abarcando, con esa sencillez de palabras, un "tecnicismo psicológico" inmiscuido dentro de cada frase para atraer al lector, el cual se da cuenta de lo fácil que le ha sido "ver lo interior y exterior" de cosas tan dispares, inmateriales y abstractas como: el recuerdo, la alegría, la compasión, las guerras o la paz...