domingo, 8 de mayo de 2011

Discurso de despedida del ayuntamiento de Sandra Gallego

Interesante discurso de despedida del Pleno del ayuntamiento de Jimena el pasado miércoles, de la sampableña Sandra Gallego, concejal del Partido Popular esta legislatura, a la concurrió como candidata a la alcaldía en las anteriores elecciones municipales de 2007.
Por desavenencias con la nueva dirección de su partido encabezada por Francisco Pineda, Sandra Gallego no es hoy candidata a las próximas municipales de 2011 por el Partido Popular.
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DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL.
Ya se cumplen casi 4 años desde que casi todos los que estamos aquí, y digo casi todos porque Juan y Juani se incorporaron un poco más tarde, tomamos posesión del cargo de concejal en este Ayuntamiento.
Personalmente me siento muy orgullosa de haber formado parte de esta corporación, colaborando y actuando en pro del beneficio de nuestro pueblo y nuestros vecinos, cumpliendo aquel objetivo inicial del que parte mi participación política y que muchos compartís conmigo: facilitar el día a día de la gente del pueblo.
He compartido con vosotros momentos más y menos agradables, y en estos 4 años he intentado hacer política de manera humilde y sencilla, desde una postura moderada y democrática, tal y como a mí me gusta definirme: liberal-demócrata; desde una derecha más moderna, liberal y democrática. No sé si lo he conseguido pero siempre he actuado desde mis principios y convicciones a favor del pueblo al que represento y que comparto con todos vosotros.
Hoy desde aquí, quiero hacer personalmente un reconocimiento público a todos vosotros, concejales y miembros de esta corporación. Porque de una u otra forma estamos unidos por ese pueblo, por el que todos (unos más que otros) realizamos esfuerzos importantes para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos; restando tiempo a nuestras obligaciones y a nuestras familias, que en definitiva son quienes sufren nuestra dedicación al pueblo. Así es que a todos, os animo a seguir en esta labor nada fácil, como es la política local. Y en nombre del pueblo, dar las gracias a todos por el tiempo, la dedicación y los constantes esfuerzos que le dedicáis a Jimena.
Por otra parte, el pueblo de Jimena puede sentirse orgulloso de contar en su sociedad con gente como vosotros, que voluntariamente se hacen cargo de las tareas políticas, que no es un trabajo sencillo y menos agradecido. Pero los que estamos aquí, no estamos ni por agradecimientos, ni por reconocimientos, estamos por algo muy distinto, que sólo quién está aquí, es capaz de comprenderlo. Por toda esa labor, que pocos reconocen, os animo a todos a seguir luchando y mejorando el futuro de Jimena.
Como os digo, son casi 4 años juntos, remando desde orillas distintas pero hacia el mismo objetivo: la búsqueda de lo mejor para Jimena. Me llevo algo de todos y cada uno de vosotros: de Juan Antonio Vázquez (Portavoz Partido Andalucista), su incondicionalidad, su constancia, esas pilas que se cargan legislatura, tras legislatura. Del Alcalde, Pascual, el respeto, de Andrés Beffa (Portavoz Partido Socialista) todo un decálogo de refranes, pero sobre todo me quedo con aquellas palabras que tuviste para mí el día del pleno de investidura, en junio de 2007: “ tienes 4 años por delante para hacer política, para trabajar por el pueblo, pero también 4 años en los que vas a aprender mucho más de lo que ya sabes”. Sin que sirva de precedente, hoy te doy la razón. He aprendido muchísimas cosas: el funcionamiento in situ de una Administración local, que la política es y deber ser un medio para mejorar y progresar, pero nunca para volver atrás; que en ella hay adversarios, no enemigos; pero también hay correligionarios, y éstos son los más peligrosos. Y que por encima de todo, para nosotros impera como fin: el pueblo.
Con ese pueblo hace 4 años adquirí un compromiso que ya va llegando a su fin, aunque no del todo. A su fin llegan mis obligaciones como concejal de esta corporación, pero no mis compromisos sociales, que siempre estarán vigentes. Entre esos compromisos han estado y permanecen: el futuro, el progreso y la prosperidad. Compromisos que por mi carácter, por las condiciones que me definen como persona, nunca podré evadir. Como jimenata, me siento con los derechos y también con la obligación de defender lo que es mejor para mi pueblo y por ende, de rechazar aquello que mi pueblo no merece.
La política es un medio y no un fin. Es un medio para solucionar los problemas de nuestros vecinos, un medio para prosperar, para conseguir un futuro mejor. La política no está para hacer chistes baratos, ni para confrontar instituciones, sino para colaborar y para buscar soluciones.
Hay quien define la existencia de distintos tipos de política:
La política dirigida a los ciudadanos, una política que siempre mira al futuro, la que prevalece y permanece a todos los tiempos.
La política cautiva de intereses particulares, que obvia el interés general en beneficio de intereses individuales y que por fortuna no permanece. La política barata, la política de mercadillo que sólo confronta, la política de ordeno y mando que ante mis ojos no tienen cabida en Jimena.
Para mí, la política es un mero servicio al ciudadano, un instrumento para construir un futuro mejor, que es lo que siempre he venido defendiendo. Por eso no puedo estar del lado de los que pretenden una política concebida como un instrumento para ordenar y mandar a un pueblo como si fuese un ejército.
Como demócrata siempre defenderé mis ideales, los ideales de una derecha democrática, liberal y moderna, pero nunca los ideales de una derecha rancia, donde prevalezcan la soberbia y la prepotencia; donde se antepongan los sables y las flechas a las formas democráticas de participación, y donde los objetivos sean el gobierno a cualquier precio bajo formas políticas poco democráticas como ordenar y mandar de manera impositiva.
Para mí, la única política que tiene cabida en Jimena es la POLÍTICA DEMOCRÁTICA, con mayúsculas. Esa es la política que quiero en mi pueblo, y para hacerla no hay que ser ningún lumbreras, simplemente hay que tener VOLUNTAD.
La voluntad es la fuerza más fuerte que existe, valga la redundancia. Se dice que un a un capitán podemos quitarle todo su ejército, pero nunca le podremos quitar su voluntad. Dicho de otro modo, un capitán puede contar con el mejor ejército, pero si no tiene voluntad, no conseguirá nada. Y si además el capitán no tiene objetivos o los objetivos son muy dispares a las necesidades y realidades del pueblo al que sirve, nunca el capitán llegará a buen puerto. Yo me quedo con esa Voluntad, no necesito un ejército de palmeros. Me basta con la voluntad de querer, y en consecuencia, hacer lo mejor por y para mi pueblo; objetivo que nunca perdí de vista y que siempre defenderé desde mi orilla.
A veces se confunde el concepto de Voluntad General. La Voluntad General no es la suma de las voluntades particulares de cada uno de los que estamos aquí; sino la voluntad de todo un pueblo, sus problemas, sus demandas, sus necesidades, sus realidades; a las que los políticos tienen que hacer frente y dar respuestas. Esa Voluntad General, es el objetivo de los que estamos aquí, y también la fuerza que nos puso aquí. Por eso, recurriendo a la sensatez que siempre he clamado, hoy tengo yo que ser sensata, consciente y consecuente con mis principios y objetivos y demostrar andando el movimiento.
Y con esa sensatez, hoy me despido de la Política Local con un hasta luego; y marco ese hasta luego porque ni he perdido, ni voy a perder de frente; pese a los intentos en contrario, el objetivo que un día me puso aquí: LA VOLUNTAD GENERAL. Y ese objetivo, esos ideales y la defensa de los mismos, resulta imposible desde las filas que hasta hoy aquí he representado; filas que localmente han marcado intereses muy distintos y formas poco democráticas, propias de una política que nunca defendí, y para lo cual no me voy a prestar.
En democracia, hay libertad. Todos tenemos la posibilidad de elegir y bajo esa misma libertad que me permite defender lo que considero lo mejor para mi pueblo, también me permito no prestarme a los juegos antidemocráticos y autoritarios que otros defienden, propios de sistemas políticos dictatoriales que por fortuna no he conocido.
Para Jimena quiero prosperidad y futuro, un futuro mejor que el presente, pero nunca un futuro que suponga un paso atrás en la historia. Me niego a que Jimena tenga como futuro el regreso a tiempos inmemorables, que yo por fortuna no viví; que aquellos quienes lo vivieron, hubiesen dado todo lo que tenían en ese momento por no vivirlo y todo eso que no tienen ahora, porque esta etapa de la historia no se repita.
Desde luego, nunca podré ser cómplice de un futuro que suponga una vuelta atrás en el desarrollo del pueblo. Reconozco que en sus orígenes Jimena fue un pueblo de agricultores y de obreros; y que libremente quien quiere sigue en esa actividad. Pero no por ello, Jimena ha de volver a sus orígenes. Los jimenatos no nos avergonzamos de eso, todo lo contrario, nos sentimos orgullosos, pero la realidad es que desde esos orígenes hasta el día de hoy, Jimena ha sufrido importantes cambios sociales; y de las clásicas actividades de agricultura y ganadería, ha pasado a ser una sociedad que presta servicios. Jimena tiene un gran tejido empresarial que quiere prosperar. Jimena tiene unas generaciones nuevas, más capacitadas y más formadas; una generación de médicos, maestros, abogados, ingenieros… que quieren prosperidad y futuro. Pero para darnos cuenta de todos esos cambios, tenemos que vivir el día a día, en Jimena.
Es con esa generación de cambios, de prosperidad y de futuro, con quien yo me identifico; y ese es el futuro que quiero para el pueblo y que espero que los que estáis aquí, sigáis defendiendo. Y es en esa orilla, donde todos me vais a encontrar, porque ante todo, no puedo renunciar a ser quién soy, no puedo ni quiero renunciar a la educación que desde niña he recibido ni a esos principios básicos en los que se sustenta: dignidad, honradez, honestidad, sensatez, tolerancia, prosperidad, y el orgullo de ser, sin tener que aludir a ello, JIMENATA.
De verdad muchas gracias a todos los concejales, a esta corporación, por el tiempo, los esfuerzos y la dedicación; y por seguir solucionando cada día los problemas de Jimena. Sólo me queda desear a todos los candidatos mucha suerte, que no perdáis de vista eso que os jugáis en unas elecciones, que no es un sillón, que no es un cargo, que no es un puesto, sino algo mucho más importante: EL INTERÉS GENERAL DE JIMENA. A todos, mucha suerte, y que el domingo 22 de Mayo, gane en esas urnas, tal y como está ordenado en democracia: EL PUEBLO.
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SANDRA GALLEGO DOMINGUEZ
4 DE MAYO DE 2011
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