“Espacio libre de racismo”. Este es el lema del cartel que cuelga desde ahora en la Casa de la Memoria La Sauceda, tras adherirse a la campaña “Migrantes en igualdad” emprendida por la Fundación Márgenes y Vínculos de Alegeciras.
Se trata de un proyecto de lucha contra la xenofobia, el racismo y otras formas de intolerancias asociadas. Esta campaña se ha puesto en marcha para conmemorar el Día internacional de la eliminación de la discriminación racial, que se celebra el 21 de marzo. Esta iniciativa recuerda que en 1966 la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió a los estados miembros que redoblaran sus esfuerzos para eliminar cualquier forma de discriminación étnico-racial.
Los espacios libres de racismo son establecimientos de atención al público que declaran que en su sede se trabaja por crear espacios sin ningún tipo de discriminación racial, étnica, cultural y religiosa. Estos establecimientos, como ahora la Casa de la Memoria, se comprometen a colocar el cartel de la campaña en un lugar visible y a ser observadores de que no se produzcan actitudes racistas. En el hashtag #espaciolibrederacismo se publican fotos y vídeos de los locales que se adhieran.
OLVIDO INJUSTO
ResponderEliminarPor mucho que se sienta,
por mucho que se diga
por muchos carteles que se pongan
y por mucho que no se olvide
hay cosas muy bien hechas
y la Casa de la Memoria lo es.
Sin embargo es imperfecta hoy
imperfecta desde sus orígenes
aunque la llene yo de besos fructuosos
porque cuando su alma es el pueblo
y es el pueblo el alma siempre dolorida
no ha de olvidar a sus hijos muertos
acribillados sus huesos en tierra ajena
exterior o interior de su propio país cegato.
Y España lo es con su memoria también
cuando para darle muerte digna desentierra
al error de una parte cuando era de dos
o trasladan mausoleos por privados museos
mientras que otros siguen tragando tierra
en otros cuadros coloreados por roja sangre
olvidados sin letras en un diván terrizo
o en cualquier libro de historia municipal
con históricas páginas sin fotos ni vida
al haber quedado huérfanos de familia
enterradas ya de viejas con sus lágrimas.
NO, no es justo que unos vean las luces
de un alumbrado cementerio y otros
ni la luz nocturna de los salvajes ojos
que les ultrajaron para matarles de vida
con el resplandor de una bala en sus ojos.
NO, no es justo que ni siquiera puedan ver
esos ojos de los animales que les pisotean
ni los ojos de los motivos que les mataron
ni el color de las silvestres flores naturales
deslucidos en el deseo de plástico pétalos
frente al orgulloso nombre y apellidos
de otra hermana lápida floreada de azul,
cuando el color y las flores fueron creadas
para ser vistas por todas las hermanas niñas.