DIOS ESTÁ AHÍ
Vaya por delante mi respeto a las fiestas populares, en las que entran las relativas a nuestra religión cristiana.
Cada uno es libre de pensar y escoger en la que más confíe o a las mas tradicionales, tal como a ninguna; incluso si ha sido bautizado y reniega a ello porque era un niño y nadie le preguntó, tampoco tenia con esa edad opción alguna ni raciocinio para decidir. Razono que esa opción debiera ser libre y voluntaria, una vez que se es mayor de edad, al igual que pertenecer o no a cualquier congregación religiosa.
A esto de la Semana Santa y el adorar a imágenes, ya Moisés dio su parecer cuando bajó del Monte Sinaí con las tablas que Dios le entregó (con los Diez Mandamientos), y se encontró al pueblo de Israel adorando a un becerro de oro: la furia le hizo romper las tablas y castigó a los que estaban ofendiendo a Jehová con tal sacrilegio. Es decir, al igual que Jesucristo niño discutió con los sacerdotes en el templo tales adoraciones a imágenes creadas por el hombre, así como otras cuestiones religiosas.
¿Quién le entregaría esas tablas?
A Dios no se le puede representar con ninguna imagen porque no la tiene, es mucho más que todo eso, al igual que las almas. En eso son fieles los Testigos de Jehová, aunque también se diferencien en otras formas de creer ni más verdadera ni más falsa. Y ya no me pronuncio ni doy nombre a otras, o sobre otras, religiones con virtudes y defectos similares o diferentes al cristianismo, donde también impera el adorar imágenes.
Lo desconocido, lo que no se puede ver ni oir es invisible a los ojos, aunque se puede sentir con el alma y hasta con el mismo corazón. Por tanto es libre.
El misterio de lo natural, lleno de todo y que todo lo llena, es en si un Dios porque no se puede entender del todo y en el todo, se vea o no se vea; se perciba o no, tenga sentido o no lo tenga; se oiga o no se oiga, y/o se sienta con los sentidos o que ni siquiera se sienta ni tenga sentimientos; es, o ni siquiera se sabe si es, lo que esconde a todos los imaginarios dioses porque no lo hemos podido saber explicar plenamente de otra forma.
Ese es el verdadero e increíble Dios o dioses, a los que el ser humano no entiende, o quiere y no puede entender, si no le pone una figura, una cara o una imagen artificial.
Qué ciego estamos y/o somos, lo tenemos por delante, por detrás, por la izquierda, por la derecha, por arriba, por abajo, por dentro y por fuera y no lo vemos: Dios está ahi, en todo y cada uno de lo más mínimo e imprescindible (o ni siquiera eso pues Dios es y no es imprescindible).
¿Quién puede definir hoy, aún, si existe algo necesario y único de lo que parta el origen mismo de lo imprescindible? NADIE, y no digo NADA porque lo ignoro, lo mismo ni existe el nada y la nada ni el primero de lo primero y todo es un todo al que le estamos dando nombres que inventamos ¿ESTÁ TODO INVENTADO Y NO HAY PRIMERO, SIGUIENTE NI ÚLTIMO?
¡Vaya por Dios!, con la misma expresión que el significado...
Un significado que aunque no signifique nada concreto, significa algo, por eso yo voy a seguir exclamando: ¡vaya por Dios!, o simplemente ¡Dios!. Únicamente me niego a decir, aunque a veces se me escape, ¡Dios mio!, y no por nada, solo que eso es falso: Dios no es mio ni de nadie..., si acaso, nosotros somos de ÉL , de ELLA o de lo que sea que sea siéndolo sin ser..., por serlo o no serlo.
Ya ni siquiera se lo que es natural porque también puede o no serlo. Todo procede de lo innatural ¡¡¡Dios mío, que he dicho!
- Pues que eres un mentiroso o un visionario y tú mismo lo has atestiguado con lo que piensas o no piensas, con lo que crees y con lo que no crees y con lo que dices o no dices.
- ¿¡Quééé...!?
-¡Eso, lo de Dios y Dios mío!
- ¡¡Anda ya!!
¡¡Anda ya, noooo....!! ¡Déjanos en paz de una puñetera vez, con tanta filosofía barata! ¿Empezaste por lo de la libertad no? ¡Pues déjanos libres de una vez para que pensemos lo que nos de la real gana..., y allá tú con tantos laberintos y lios! ¡Puf, que pechaita, dios mio...!
- Vale..., perdón... (Y una leche, voy yo a dejar de pensar, porque tú lo digas...)
Abro el debate:
ResponderEliminarContradicción entre el título 'Dios está ahí' o sea que existe, y luego, leyendo el texto, dejas sobre el tapete la posibilidad de que no exista. !A ver si nos aclaramos guardameta !!!
Yo no sé si existe o no existe. Pero algo hay
ResponderEliminarDos pensamientos en una sola cabeza: 1).- Está ahí, en la Naturaleza y en la división del parecer de las cabezas. Dios Jehová o Dios Naturaleza, esa es la cuestión entre los creyentes y no creyentes de cualquier dios o en otros tantos dioses que existen desde que existe el humano.
ResponderEliminar2.- Si miras al universo y piensas sobre él y en toda su ¿infinita?, grandeza estás viendo al verdadero Dios natural en él; pero hay quién ve a un Dios o a los dioses sobre él, en este último caso ya el Dios no es natural, porque es o son los dioses que ha creado el hombre a su imagen y semejanza dándole ese don.
Y ahora la cuestión es preguntarse uno mismo, borro todo lo que me han metido desde pequeño en la cabeza y creo solo en lo que veo, aprecio y pienso?
Solo tienes cuatro opciones: a) creer en lo natural.
b) creer en lo inventado por el hombre
c) creer en la ciencia del hombre
d) creer que hay algo más inexplicable aún por la ciencia del hombre y las creencias del hombre: la ciencia natural del Dios universal.
La mente del hombre hace ya mucho que solucionó el problema de su mente con El Padre, El Hijo y El Espiritu Santo, y se quedó tan pancho.
Detrás del telón está el trasfondo, lee otra vez.
Y otros hombres lo solucionaron de otra forma para sus respectivas religiones. Mientras que otros se aferran al Dios Naturaleza con el Universo incluido, conocido y desconocido.
ResponderEliminarDios vino del cielo y creo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, entonces solo puedo entender una cosa, que Dios es un extraterrestre.
ResponderEliminarEl Dios verdadero es el amor que cada uno lleva dentro hacia todo lo demás.
ResponderEliminarPor eso decir Dios mío es para mí correcto porque Dios también soy yo.
Mari TR.