Durante siglos la humanidad ha buscado la cercanía de objetos sagrados que ofrecieran protección y equilibro:
El Arca de la Alianza, cofre donde Moisés guardó sus Tablas de la Ley; el Vellocino de Oro, zalea del carnero alado cuya lana era…. de oro; el Santo Grial, cáliz con el que Jesucristo ofreció vino reconvertido a sus discípulos.
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Hoy el Arca es la caja fuerte de un banco de Mónaco que abre con clave alfanumérica, el Vellocino un manto púrpura que cubre a algunos para no ir a la cárcel y el Santo Grial un mojito en su punto de azúcar.
El dinero es Dios y los bancos su profetas... llevas razón.
ResponderEliminarSon el mismo fraude que las religiones, se hacen imprescindibles para vivir de nososotros.
Es verdad que este hombre escribe muy bien y desde un punto de vista diferente. Siempre espero con expectacion sus articulos pero le encuentro una pega y es que siempre termina metiendose con la religión.
ResponderEliminarCarmen